Francisco Bustillo presentó este lunes las que serán sus líneas de gestión al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores. En la ceremonia participaron el expresidente José Mujica, la vicepresidenta Beatriz Argimón, varios ministros del gobierno encabezado por Luis Lacalle Pou, los excancilleres Sergio Abreu y Gonzalo Fernández, y funcionarios diplomáticos.
El nuevo canciller consideró que en Venezuela hay una dictadura y anunció que Uruguay permanecerá en los grupos que se han conformado para buscar una solución pacífica, pero no promoverá el diálogo hasta que haya “voluntad” del chavismo.
“Conforme al derecho internacional público, las normas democráticas que nos hemos dado en nuestra América, mi propia convicción, la del presidente de la República, el gobierno todo y no tengo dudas que de cualquier habitante nacido en la tierra de Artigas, con libertad no ofendo ni temo, Venezuela es una dictadura”, dijo al ser consultado.
Bustillo señaló que Uruguay no tenía “vocación de gendarme internacional” por lo que no era su vocación estar “señalando ni persiguiendo” dictaduras. “Vamos a dejar clara la posición de Uruguay en cada foro internacional, entre ellos la Organización de los Estados Americanos”.
El canciller agregó que el país seguirá perteneciendo al Grupo de Contacto Internacional y el Mecanismo de Montevideo, pero no promoverá “más acciones en favor de un diálogo en el que sobran conversaciones, pero falta la voluntad de una de las partes para avanzar en soluciones que mejoren la situación de Venezuela, y sobre todo de su gente”.
Diego Battiste
“Cuando veamos realmente que existe voluntad de diálogo, Uruguay va a ser nuevamente uno de los actores principalísimos para encontrar soluciones, pero el diálogo tiene que estar acompañado de acciones y hechos, y de eso se trata”, subrayó.
Bustillo dijo que Uruguay buscará “seducir” a los socios del Mercosur para buscar “acuerdos a distintas velocidades”. “Es a lo que nos debemos y tenemos que apuntar, Uruguay tiene una vocación de regionalismo abierto y a eso vamos a procurar, pero también intentando seducir a nuestros socios naturales, y convencerlos de las virtudes que ello acarrea para todos sin distinción”.
El jerarca se mostró confiado en poder firmar con la Unión Europea en este semestre y destacó el rol que tendrá el embajador en Bruselas, Carlos Pérez del Castillo.
Bustillo también defendió los gastos de etiqueta y la “mal llamada” diplomacia de cóctel, la cual consideró fundamental para mejorar el relacionamiento entre los países y conseguir inversiones. “No es otra cosa que las muchas horas que uno dedica a las conversaciones con terceros, no tengo dudas en mantener la rebaja en gastos de etiqueta, pero probablemente descubra que habría que aumentar la etiqueta”, sentenció.
El Observador