Camino a sufrir 114 derrotas el año pasado, los Tigres de Detroit despuntaron con triunfos en siete de sus primeros 10 juegos y presumieron de una marca de 12-10 a fines de abril.
Un comienzo similar esta temporada podría ser significativo.
Con apenas 60 juegos programados para 2020, estos Tigres en reconstrucción podrían salir beneficiados por una temporada regular que será un abrir y cerrar de ojos.
Si Detroit rinde mejor de lo esperado por un par de meses, los Tigres de repente podrían colarse en la postemporada, algo que habría lucido impensable durante el trajín de 162 juegos.
“Me parece que tenemos una oportunidad. Contamos con algunos excelentes bateadores. Contamos con algunos pitchers”, dijo el manager Ron Gardehire. “Hay que estar listo. En una temporada corta, cualquier cosa pueda pasar, y así nos vamos a preparar”.
Los Tigres cruzan dedos para un giro de 180 grados. El plan puede fallar, pero hay varias buenas razones para prestarles atención. Las miradas se enfocan en sus mejores prospectos. Tal es el caso de Casey Mize, Matt Manning y Tarik Skubal, todos señalados para contribuir a la rotación en el futuro cercano.
La pandemia de coronavirus dio al traste con la temporada de las ligas menores, pero esos tres lanzadores fueron convocados para conformar el roster en una temporada más corta.
Incluso si se desmoronan, este año podría servir para dar un paso adelante en el caso de cualquiera de los tres prospectos.
Detroit también citó para su roster al infielder Spencer Torkelson, primera selección del draft de este año.
Los Tigres han dejado de ser actores en la agencia libre últimamente, pero añadieron a un par de infielders que aportarán algo de poder ofensivo como el caso de Jonathan Schoop y C.J. Cron. El pitcher Iván Nova y el cátcher Austin Romine brindarán cierta experiencia. Y el jardinero Cameron Maybin regresa para un tercer ciclo en Detroit.
Una temporada tan corta podría privarle a Miguel Cabrera la oportunidad de alcanzar los 500 jonrones este año. Necesita 23 para llegar al hito, lo cual hubiera difícil incluso en una campaña de 162 juegos. Disminuido por lesiones, el venezolano apenas acumula 31 cuadrangulares desde el inicio de 2017. Con 37 años, se cuestiona si aún puede ser productivo.
AP