Vietnam se prepara para una epidemia nacional de COVID-19 tras la aparición del primer caso en Hanói y la sospecha de infecciones en otras ciudades, mientras continúa el goteo de nuevos contagios comunitarios en Danang, foco del último brote.
El primer ministro, Nguyen Xuan Phuc, alertó en una reunión online con su gabinete que esta nueva oleada es diferente de las dos anteriores vividas en el país -saldadas sin muertes y con apenas 400 contagios-, con una velocidad de contagio mayor y de que todas las provincias y ciudades están en riesgo, pues es probable que el virus lleve semanas circulando por Vietnam.
La advertencia de Phuc se produce después de que las autoridades de Hanói confirmaran este miércoles el primer contagio de la capital desde el mes de abril, un trabajador de una pizzería cuya infección está vinculada al brote de Danang, en cuya región se acumulan ya 30 infecciones, ocho de ellas confirmadas este miércoles.
En Ho Chi Minh (antigua Saigón), la urbe más grande del país, un hospital ha cerrado sus puertas a nuevos pacientes tras la detección de dos casos sospechosos, según informó la televisión estatal VTV.
Las autoridades de la ciudad han anunciado que en los próximos días realizarán el test de detección del virus a las cerca de 18.000 personas que han viajado en el último mes a la turística Danang, aislada desde el pasado martes del resto del país y sometida a medidas de distancia social.
En la ciudad costera se confirmó el sábado pasado el primer caso de contagio comunitario en el país desde el 16 de abril: un hombre de 57 años en estado crítico pero con buena evolución, según los últimos informes.
Con las fronteras cerradas desde el 23 de marzo, salvo para los vietnamitas repatriados y los trabajadores extranjeros cualificados, que tienen que someterse a los test y cumplir con las dos semanas de cuarentena, la llegada del virus ha descolocado a los rastreadores, que siguen sin detectar el origen de este nuevo foco.
EFE