Josep Maria Bartomeu resiste. Consciente de las vehementes críticas, pero determinado a concluir su agenda, el presidente barcelonista ha galvanizado a la junta directiva para marcar en marzo como la fecha para las elecciones presidenciales. Concluirá su mandato, como ha sido siempre su voluntad, y descarta adelantar los comicios. En la reunión se decidió también prescindir de Quique Setién y elegir a Ronald Koeman como su sustituto, aunque la oficialidad del holandés se reserva para otro día, posiblemente mañana.
En medio de una presión ambiental insostenible después del 2-8 de Lisboa, Bartomeu se agarró al cargo. La fecha de caducidad de su presidencia, iniciada en enero del 2014 tras la renuncia súbita de Sandro Rosell, no será pues cuando exigía la oposición, lo antes posible, sino al final de su mandato, el 30 de junio del 2021. Ni dimisión inmediata ni elecciones anticipadas a final de este año tras la asamblea de compromisarios.
Los 14 directivos, ocho de los cuales estuvieron presentes en las oficinas del club (el resto atendió vía telemática), aceptaron la apelación a la responsabilidad de Bartomeu de no marcharse antes de tiempo en una reunión que ha durado unas cuatro horas. Las elecciones serán el primer día de partido a partir del 15 marzo, que es cuando obligan los estatutos.
Transición tranquila
Entre los directivos ha convencido el planteamiento de la necesidad de crear una transición tranquila con la candidatura ganadora, que iniciaría su Gobierno a partir del 1 de julio. De hacerlo antes, deberían hacerse cargo de los resultados económicos de toda la temporada, que no serán precisamente boyantes, a la vista de la pandemia. Al contrario. La actual junta, además, debe cuadrar los números de todo su mandato para no tener que avalar con su patrimonio.
Y si esta fue la parte peliaguda de la agenda del día, menos difícil fue la decisión de poner fin a la relación contractual con Quique Setién, un entrenador que apenas ha durado ocho meses en el cargo. La oportunidad de su vida se ha saldado con un fracaso estrepitoso. El nombramiento de Ronald Koeman no se oficializó, pero es cuestión de horas. Su candidatura fue respaldada por la junta durante la reunión frente a la opción de García Pimienta o Mauricio Pochettino.
Setién, sentenciado desde hace tiempo, ha recibido el despido más anunciado de la historia. Su relevo, el héroe de Wembley-92, deberá ser el encargado de la dura y necesaria purga en el vestuario. Carácter para ello no le falta. De hecho, aparte de su tirón popular y sus raíces cruyffistas, su capacidad de utilizar un puño de hierro con los futbolistas.