El Análisis Político de esta semana trata de dar respuesta a tres preguntas que surgen a partir de los más recientes hechos políticos:
* Las cifras oficiales de contagios de Covid-19 siguen manteniéndose sobre el millar cada día, en señal de que la tendencia de crecimiento es exponencial. Comencemos por analizar si podría esta ser una causa para la suspensión de las elecciones
* ¿Cómo podría quedar conformada la nueva Asamblea Nacional luego de la elección del próximo 6 de diciembre?
* Ya es una decisión del G4 y de 23 partidos más no participar en esa elección, ¿tendrá eso un costo para la oposición?
“Creo que el régimen persistirá en su empeño de llevar a cabo las elecciones parlamentarias de diciembre aunque para esa fecha siga presentándose un elevado número de contagios por coronavirus”, señaló Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios y Políticos de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello.
“No hay evidencia que permita predecir posibilidad alguna de que se suspenda la elección programada para el próximo 6 de diciembre, aún a sabiendas de que no gozarán de legitimidad, ni dentro del país ni internacionalmente, y de que estarán signadas por una muy elevada abstención”, explicó.
Dijo que un escenario de suspensión solo sería posible por circunstancias poco probables, por ejemplo, una situación de protesta generalizada que escalara a niveles inmanejables, al punto de que el aparato represivo se negase a reprimir, o una negativa de la misma Fuerza Armada a continuar con el proceso por razones de seguridad sanitaria de sus efectivos.
“Ambos escenarios lucen poco probables considerando la estrecha relación existente entre los intereses de la Fuerza Armada y del régimen liderado por Maduro”, señaló.
“Ni las advertencias sobre el desconocimiento del resultado que han adelantado Estados Unidos y la Unión Europea, ni los llamados a postergar la elección por razones sanitarias, harán que el régimen suspenda los comicios”, afirmó.
“Lo que sí resulta más probable es que el régimen tome ventaja de la desmovilización, de los llamados a la abstención, para avanzar en un proceso en el que se le facilitaría obtener un número suficiente de votos para garantizarse dos tercios del Parlamento, o algo muy cercano a la mayoría calificada a partir de los votos que puedan movilizar coercitivamente”, manifestó.
No participar
¿Tendrá la decisión de no participar en las parlamentarias un costo político para la oposición? “Sin duda, pero también para el régimen”, dijo Alarcón.
“Por una parte, la abstención, como estrategia de deslegitimación electoral, enfrenta importantes costos para la misma oposición. Hoy, la abstención no goza del mismo nivel de consenso que tuvo en las parlamentarias de 2005, en la elección de la asamblea constituyente de 2017, e incluso en la presidencial de 2018, cuando solo participaron los partidos que hoy conocemos como de ‘la mesita””, explicó Alarcón.
“Hoy mejor que nunca la élite gobernante comprende los costos de la deslegitimación electoral, ya que los ha tenido que pagar desde 2018, tanto por el desconocimiento de la elección presidencial de mayo de ese año, como por el posterior reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino”, agregó.
Distribución parlamentaria
Ante tal escenario, ¿cuál podría ser la distribución parlamentaria a partir del 5 de enero en la nueva Asamblea Nacional?
La Asociación Civil Súmate ha realizado simulaciones del resultado electoral, que fueron presentadas en el reciente evento Prospectiva 2020 II Semestre.
“Los cálculos de Súmate parten de la suposición de que la proporción de votos para el régimen y el resto de las alternativas que participan podría ser similar a la obtenida en la elección presidencial de mayo 2018, es decir 60/40”, indicó.
“Siendo así, el número de diputados dependerá́ de la dispersión de candidaturas de los grupos que se identifican como de oposición y que sí estarán participando. En el mejor de los casos, poco probable por cierto, de que los candidatos que se autodefinen como de oposición, se presenten con candidatos en coalición, podría alcanzar unos 72 diputados, mientras que el Polo Patriótico lograría 205”, señaló.
“Si la llamada oposición participante no se presenta en coalición, el escenario es más desfavorable, pues podría lograr solo unos 38 diputados, contra 239 del régimen”, agregó.
“Dicho todo lo anterior, queda claro que nada pareciera indicar que el régimen esté dispuesto a suspender o posponer las elecciones parlamentarias”, aseguró.
“A pesar de no estar libre de costos para el gobierno de Maduro, el próximo proceso electoral le sirve como medio para lograr su propósito prioritario de arrancarle la Asamblea Nacional a Guaidó y al G4 quienes, a pesar de sus errores, se han convertido, junto al gobierno de Trump, en los adversarios más costosos que el régimen ha tenido en años”, subrayó.
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