Según ha avanzado el canal argentino TyC Sports, Leo Messi ha comunicado al FC Barcelona a través de un burofax que desea abandonar el club de forma inmediata pese a tener contrato en vigor hasta 2021 y una cláusula de rescisión de 700 millones de euros. De acuerdo con esta información, el capitán azulgrana se acogería a la cláusula de su contrato que le permite rescindir unilateralmente al final de esta temporada. Mundo Deportivo ha podido saber que efectivamente los servicios jurídicos del Barça han recibido el burofax pero en el contrato está escrito que la cláusula vencía el 10 de junio. Messi interpreta que la campaña acaba de finalizar y que el sentido de la cláusula es extrapolable a la situación actual.
Onda Cero incluso ha informado que Leo no tiene intención alguna de presentarse a las pruebas PCR del próximo lunes como paso previo al inicio de los entrenamientos con Ronald Koeman al frente el martes.
La guerra, por tanto, está servida entre el Barça y el futbolista más laureado de la historia del club (34 títulos), el máximo goleador (634 tantos) y el segundo en número de partidos (737) tras Xavi Hernández (767).
Messi ya expresó sus dudas sobre su continuidad durante la reunión que mantuvo cara a cara la pasada semana con Koeman en la que este le transmitió su plena confianza en él para liderar un proyecto en que no tiene cabida su íntimo amigo Luis Suárez, así como tampoco Arturo Vidal, también muy cercano a Messi, Rakitic y Umtiti. Sí, en cambio, Alba, Busquets y Piqué, que llevan muchos años compartiendo vestuario con Leo. El posicionamiento del Barça sigue siendo inamovible con Messi y no hay ni un pensamiento en la cúpula directiva, ejecutiva y deportiva del club que le acogió con 13 años (el próximo mes se cumplen 20) de desprenderse de él al considerarlo intransferible al 100%.
En la misma información se apunta a Manchester City, Inter de Milán, la Major League Soccer estadounidense e incluso Newell’s Old Boys como posibilidades en caso de acabar concretando su marcha del Barça.