El médico cubano Leonel Rafael Batista Hierrezuelo, de 28 años, quien formaba parte de la «misión médica» de La Habana en Venezuela, falleció víctima del Covid-19, según informó la cuenta de Twitter oficial del Consejo Legislativo del estado de Trujillo.
«El Covid-19 no es un juego. Hoy otro héroe de la Salud entregó su vida al creador. Honor y Gloria a nuestro guerrero», escribió este jueves la entidad gubernamental, un mensaje que fue compartido también por la cuenta del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en la localidad.
A inicios del mes de agosto el médico santiaguero se incorporó a la llamada «zona roja» con el objetivo de asistir directamente a los pacientes confirmados o sospechosos de estar infectados por coronavirus, informó el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) del municipio de Miranda, en el estado de Trujillo.
Anteriormente Batista Hierrezuelo había participado de pesquisas realizadas por la Misión Barrio Adentro, uno de los programas que mayor cantidad de profesionales cubanos emplea en Venezuela.
El propio médico publicó en su cuenta de Facebook un breve mensaje donde decía “en la zona roja, frente al Covid-19” el 5 de agosto junto a dos fotos suyas, una con el uniforme de médico y otra con el de protección especial.
El periódico oficialista Sierra Maestra, de Santiago de Cuba, es el único medio nacional que ha confirmado la noticia por el momento. Lo hizo mediante un post en las redes sociales en el que afirmó que la provincia «se suma al triste adiós al joven médico santiaguero que falleció en la República Bolivariana de Venezuela, donde cumplía misión internacionalista».
El director de la Red Iberoamericana de Masculinidades, Julio Cesar González Pagés, compartió un mensaje en sus redes en el que contó que conversó con Batista Hierrezuelo en varias ocasiones «sobre masculinidades, salud y el futuro».
«Una persona optimista y positiva todo el tiempo, sin dejar espacio alguno al desaliento. Cuidar de la salud y ser más responsables, será el mejor homenaje de todos. Leo siempre en mi corazón, tu luz no se apagará», añadió.
Numerosas personas se han sumado al dolor por la muerte del joven, como la doctora Elisabeta Suarez, quien escribió que «los colaboradores de la misión cubana están de luto por cada luz perdida en la batalla de la lucha contra el Covid-19».
Batista Hierrezuelo es el segundo profesional sanitario cubano que pierde la vida en Venezuela víctima del coronavirus en los últimos días, pues el pasado 25 de agosto se conoció del fallecimiento del enfermero Yoel Rodríguez.
Aunque la cifra de personal sanitario cubano infectada por la enfermedad en Venezuela no es pública, varios indicios hacen sospechar que puede ser elevada, pues solamente el 8 de agosto el parte médico emitido por el Ministerio de Salud Pública de Cuba anunció 41 casos de coronavirus detectados en ciudadanos cubanos provenientes del país sudamericano.
La semana previa al mencionado parte se reportó un acumulado que superó los 20 casos con la misma procedencia, pero luego esa información se borró de los comunicados y las autoridades sanitarias no han vuelto a detallar el país de procedencia de los casos con origen en el extranjero.
La organización Amnistía Internacional publicó un amplio informe el pasado 19 de agosto en el que denunció que las autoridades de Venezuela «están reprimiendo y no protegiendo» a los trabajadores de la Salud en el país, mientras la pandemia de Covid-19 se agrava.
Según la organización Médicos Unidos de Venezuela 71 trabajadores de la Salud murieron entre el 1 de julio y el 16 de agosto, y 37 de las muertes se produjeron solamente durante los primeros 16 días de agosto.
Mientras tanto Cuba pactó con Venezuela este mes el envío de 1.730 profesionales sanitarios para atender pacientes con coronavirus, según informó el ministro de Salud venezolano Carlos Alvarado.
La exportación de servicios profesionales, fundamentalmente médicos, es una de las principales fuentes de ingreso del Gobierno cubano, que se queda con al menos el 75% de lo que pagan los países de destino en concepto de salarios. En 2018 esta actividad generó ingresos de 6.400 millones de dólares a La Habana, muy por encima del turismo.
Además de tener que entregar como mínimo las tres cuartas partes de sus salarios, los profesionales de la salud cubanos enviados a misiones en el exterior son sometidos a una fuerte vigilancia y restricción de libertades fundamentales. Esta situación ha sido mucho peor en Venezuela, según testimonios de los propios médicos.
Diario de Cuba