“DESTRUYÓ AL PAÍS Y AL ESTADO VENEZOLANO”
Utilizó, los instrumentos, y las prerrogativas como el poder, que les dio la Democracia, para destruir, al país, como al Estado Venezolano.
Lograron, construir, una sociedad sometida a la corrupción, a la miseria y al hambre. Dos gobiernos. No hay nada que hacer, no hay país, como tampoco Estado. La honestidad, es un regalo muy costoso, para esperarlo de gente muy barata. El filósofo, “Confucio” dejó dicho, que “En un país bien gobernado debe inspirar verguenza la pobreza”. Como también señaló, “que en un país mal gobernado, debe inspirar verguenza la riqueza”. ¿Avergüenza a alguien la riqueza o la pobreza a que está sometida Venezuela?, Si la respuesta es no, tranquilicémonos. Porque no hay nada que hacer. El país y el Estado, ya no existe. El Ruso Nikita Kruschev, llegó a afirmar que “Los políticos son iguales, en todas partes. Prometen construir un puente, incluso donde no hay río”.
Pan y circo, dan al pueblo. Nada más, me hacen falta, las palomitas con extra de mantequilla y un refresco para matar el hambre y el aburrimiento. Masoquismo del puro. Lo mismo de siempre, ataques y confrontaciones. Unos más que otros exhiben el poco o nulo conocimiento que tienen en temas trascendentales como la economía, la tecnología y la ciencia y otros el conocimiento por terminal de desfalcar al País.
Todas estas circunstancias, han terminado de aislar, a ese País, que una vez conocimos, y se llamaba Venezuela. ¿Lograrán finalmente su objetivo? Esa será la interrogante a despejar. Sin embargo, lo que verdaderamente indigna, es la brecha que se abre entre los mismos pobres, cada vez mayor, objetivo en que se encuentran dirigidas las políticas públicas de los dos gobiernos. Las desigualdades, lejos de disminuir, se acrecientan y la crisis económica, política y moral que padecemos se rellena en los menos afortunados, mientras insiste en premiar y mimar a esas minorías. El País no existe, como tampoco el Estado.
El error está en las personas, que hemos colocado al frente de la nave. Por lo tanto, o cambiamos de oposición o cambiamos a las personas, pero no podemos continuar así. Los ideales, que inspiraron lo que hoy llamamos Estado Constitucional tienen un punto de utopía y de ilusión en la constitución de 1.999, vivimos, y somos gobernados, bajo el proyecto y la propuesta cubana. Hemos variado los objetivos o hemos desviado el rumbo. Desapareció el País y el Estado, que nos vio nacer, que nos formó y nos cobijó en su territorio, y quienes tenían el sagrado deber de garantizar nuestra soberanía se han constituido en el brazo armado de este exterminio. La gran responsable, la anti política y quienes la promocionaron, destruyeron la democracia, el País y al Estado Venezolano, utilizaron el poder y las prerrogativas como los instrumentos que les otorgó la Democracia y las libertades.
Jhonny Galue / @COOTUR