Sin decir chao ni nada. Esa es la nueva modalidad adoptada por los trabajadores del sector salud, quienes han empezado a abandonar sus puestos de trabajo sin introducir una carta de renuncia. De acuerdo a lo denunciado por el doctor René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en el estado Lara y respaldado por Alberto Domínguez, presidente del sindicato de trabajadores de los Seguros Sociales en la región, los hospitales se han ido quedando vacíos producto de la migración masiva de personal.
La razón que esgrimen los trabajadores del sector salud es el bajo sueldo y las condiciones de alto riesgo a las que son expuestos. «La gente no baja a trabajar porque sienten que su esfuerzo no es recompensado. Los trabajadores sencillamente abandonan sus cargos y no vuelven», decía el doctor René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en el estado Lara.
Lo que más preocupa de esta «huida masiva», es que los empleados no dejan, legalmente, sus puestos de trabajo lo que significa que estos puestos no son sustituibles y siguen generando un pasivo laboral. «Se cobra como si fuesen trabajadores activos. Esta es una modalidad que se viene registrando desde hace tiempo y es por eso que urge una auditoría en los centros públicos. Nadie sabe a ciencia cierta cuántos trabajadores hay en los hospitales», puntualiza Rivas.
Alberto Domínguez respalda las palabras del presidente del Colegio de Médicos en la región y sostiene que en los últimos dos años, el 45 % de los trabajadores de los seguros sociales ha dejado sus puestos de trabajo. «Esta es una situación que viene siendo repetitiva porque el sueldo afecta a todos», ha dicho en reiteradas ocasiones.
Aunque Domínguez reconoce que desde el 2018 se vienen registrando renuncias masivas del personal, desde el pasado 13 de marzo, cuando se registró el primer caso de coronavirus en el país, los abandonos de cargos se hicieron mucho más frecuentes pues las dificultades que tenían muchas personas para llegar a sus puestos de trabajo hizo que muchos dejaran de ejercer sus funciones.
«El problema de transporte es muy grave. Hay personal de salud que vive en el norte que no tiene cómo llegar a sus puestos de trabajo», fue una de las primeras denuncias que hizo Domínguez sobre esta situación.
Tan marcada es la ausencia del personal sanitario en los hospitales, que en instituciones como el Antonio María Pineda los fines de semana son los mismos familiares los que deben asistir a sus enfermos. «Casi no hay enfermeras. Faltan los camilleros y médicos tampoco hay muchos. La situación es insostenible», reconocía Domínguez en días pasados.
Hasta el momento no hay un pronunciamiento oficial por parte de las autoridades sanitarias. Aunque la renuncia de personal masivo es un secreto a voces, todavía no se hacen auditorías en las instituciones para saber con qué se cuenta y con qué no.
«Los hospitales se están quedando solos. Esto es algo preocupante porque terminan siendo los enfermos los más afectados», señalaba el doctor Rivas.
De acuerdo a los datos que manejan sindicatos y organizaciones médicas, los hospitales como el Seguro Social, el Seguro de la 50, el Antonio María Pineda y el Luis Gómez López serían las instituciones más afectadas. «Mientras más grande es el hospital más dura es la ausencia del personal», dicen los expertos consultados.
Renuncias en todo el país
Lara no es el único estado que ve abandono de cargos en sus hospitales. De acuerdo a lo denunciado por medios nacionales, en cada hospital del país se ha registrado fuga masiva de personal.
La ausencia de personal sanitario se debe a las malas condiciones en las que trabajan, con sueldos de entre 4 y 7 dólares al mes. Muchos se han ido del país en los últimos años o han comenzado a dedicarse a otras cosas que les reporten un mayor beneficio económico. Los que quedan son unos verdaderos héroes que resisten por una vocación infranqueable. Escribía el portal Nius al hablar de la salida de personal.
La marcha de personal se da justo cuando más se necesitan a estos trabajadores, pues en medio de una pandemia cada trabajador sanitario se vuelve imprescindible.
La Prensa de Lara