La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) anunció que hasta mediados de julio pasado, había registrado 109 periodistas y trabajadores de prensa fallecidos por la COVID-19, contagiados en cumplimiento de su labor informativa. De ellos, 26 eran mexicanos, 23 de Perú y 16 de Ecuador.
El director ejecutivo de la SIP, Ricardo Trotti, dijo que la pandemia ha significado “un nuevo desafío para la seguridad de los periodistas, sumándose a los crímenes cometidos” contra ellos por el narcotráfico, grupos armados clandestinos y como consecuencia de la corrupción de los funcionarios del sector público.
El 7 de agosto, el presidente de esa organización, Christopher Barnes, instó a los medios de comunicación a tener mejores protocolos de seguridad sanitaria y se refirió a la pandemia como “un problema que debe atacarse con urgencia y prioridad” en las redacciones, destaca Trotti.
“Todavía no hemos recopilado información sobre las prácticas sanitarias en cada medio o identificado a aquellos que pueden servir de ejemplo. Es probable que aquellos que tenían instalados mecanismos internos de protección para sus periodistas por riesgos de seguridad física, hayan sido más rápidos en reaccionar para implementar protocolos sanitarios”, afirmó.
La periodista Melva Frutos escribe en la web de Artículo 19, una organización que defiende la libertad de expresión y el derecho a la información, que la pandemia ha agravado la situación “precaria” que vivían los comunicadores.
“Hoy más que nunca la misión de los reporteros, fotógrafos y camarógrafos requiere de generosidad y valentía, pues aún en medio de una pandemia y dejados a su suerte por empresas, Gobiernos y sociedad, salen a la calle buscando dar visibilidad a esas historias reales, las que contribuyen a la construcción de la democracia en el país”, afirma.
El País