La llama olímpica será exhibida al público en un museo de Tokio desde este martes hasta el 1 de noviembre, tras ser transportada a Japón desde Grecia el pasado marzo y a la espera de la celebración de los Juegos de la capital nipona prevista para el verano de 2021.
Los organizadores de los JJOO de Tokio inauguraron hoy la muestra donde podrá verse la llama, ubicada en el Museo Olímpico tokiota, frente al nuevo Estadio Olímpico erigido en la capital para acoger los eventos centrales de los Juegos que fueron pospuestos con motivo de la pandemia.
«Haremos todos los esfuerzos para organizar unos Juegos de forma exitosa y para que esta llama llegue hasta el pebetero olímpico a través de los 10.000 corredores que participarán en el relevo de la antorcha», dijo el presidente del comité organizador, Yoshiro Mori, durante el acto de inauguración.
El responsable de Tokio 2020 afirmó que los anfitriones «siguen trabajando con todos los agentes implicados para poder celebrar los JJOO de forma segura», en el contexto de continuada incertidumbre en torno al evento olímpico debido a la evolución de la pandemia.
La ministra nipona para los Juegos Olímpicos, Seiko Hashimoto, confió por su parte en que la llama «sea un mensaje de esperanza para Japón y para todo el mundo».
La llama llegó a Japón el pasado 20 de marzo tras celebrarse en la ciudad griega de Olimpia la tradicional ceremonia de encendido, y permaneció temporalmente expuesta en la prefectura de Fukushima, donde iba a comenzar el relevo de la antorcha que fue cancelado por el retraso de los Juegos hasta el verano de 2021.
El destino del símbolo olímpico se ha visto marcado por el coronavirus desde marzo, cuando se decidió posponer los Juegos debido a la pandemia, la cual también causó que la ceremonia de encendido en Grecia se celebrara sin público y obligó a los organizadores de Tokio 2020 a acortar el período de exposición de la llama en Fukushima.
La llama, protegida por una lámpara con el emblema de Tokio 2020, podrá verse ahora en el Museo Olímpico tokiota entre el 1 de septiembre y el 1 de noviembre, bajo un sistema de reserva de entradas para limitar el número de visitantes como medida preventiva de posibles contagios de COVID-19.
Tras la exposición, la llama permanecerá en Japón hasta el encendido del pebetero olímpico durante la ceremonia de inauguración de los Juegos de Tokio, prevista para el 23 de julio de 2021.
EFE