En el sector Mata de Guadua, vía a Capacho funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas lograron la captura de tres integrantes de una banda dedicada a cometer robos en iglesias de San Cristóbal, a quienes se le atribuyen varios delitos, entre ellos un atraco en la iglesia Divino Redentor de la Unidad Vecinal, donde el viernes 14 de agosto ingresaron varios sujetos portando armas de fuego y aplicando injustificada violencia, golpearon al sacerdote y a varios feligreses que tomaban parte en una reunión religiosa.
Los robos se repitieron en otros templos católicos, lo que originó la reacción de las autoridades policiales, concretamente del Cicpc Delegación estadal Táchira, donde el comisario general Wilmer Enrique Uribe Guerrero, director regional, procedió a la creación de un equipo especial que se encargaría de las pesquisas, que prácticamente arrancaron de cero, tan solo con alguna información aportada por las victimas, que no contenía muchos detalles.
Golpearon al sacerdote
Los asaltos que tenían como blanco la iglesia y por ende al clero tachirense, causaron preocupación y consternación en la región por tratarse de una zona de alta tradición católica y gran arraigo religioso. El mismo jefe regional de la Policía Científica se ocupó de caso y junto al jefe de la delegación municipal San Cristóbal, comisario Daniel Méndez dieron inicio a las investigaciones.
Lo primero que hicieron fue trasladarse a la casa cural de la Unidad Vecinal, para entrevistarse con las victimas. Supieron que varios hombres armados ingresaron a la iglesia pasadas las ocho de la mañana del 14 de agosto, y sorprendieron al párroco que junto a varios feligreses estaban reunidos. Los delincuentes, pese a que no hubo resistencia, reaccionaron con violencia y golpearon al padre José Jaimes Roa y demás personas, para obligarlos a entregar cierta cantidad de dinero, en dólares y pesos colombianos que guardaban en la parroquia.
Los detectives notaron que la puerta principal del sagrado recinto había sido violentada y que los delincuentes portaban armas de fuego, que fueron descritas como una pistola y un revólver. Los testigos manifestaron que los dos asaltantes sometieron al sacerdote y le propinaron un golpe a nivel de la cara. Luego lo obligaron ha hacer entrega de un dinero que pertenecía a una fundación de nombre Pan de Vida, la cual se encarga de suministrar alimentación a personas de la tercera edad y niños en situación de calle.
Primeras pistas
Los detectives estuvieron por espacio de varios días trabajando en la zona de la Unidad Vecinal. Lo hicieron de manera discreta. Realizaron labores de inteligencia policial, experticias y análisis tanto en la iglesia Divino Redentor, como en la casa parroquial, el grupo de investigadores fue a la calle para inspeccionar los alrededores, en busca de cámaras y testigos. Se logró ubicar a una personas que aporto los primeros detalles significativos.
Contó que el día que ocurrió el robo observó a dos sujetos salir apresuradamente de la iglesia y abordar un automóvil Chevrolet, modelo Optra, color gris, en el cual un tercer individuo estaba esperando y que arrancaron a alta velocidad.
Los detalles fueron saliendo poco a poco para ser analizados por los Cicpc, que junto a las imágenes de una cámara de seguridad obtuvieron las primeras pistas.
Dos robos más cometidos en iglesias de San Cristóbal fueron notificados al Cicpc. Uno de ellos en la iglesia Nuestra Señora del Rosario, ubicada en la calle 4 de La Concordia y la otra en la parroquia Jesús Obrero, en el barrio 23 de Enero, y las pesquisas fueron asignadas al mismo equipo, que logró obtener otros detalles de utilidad para la investigación. Algunas de las víctimas reportaron el robo de sus teléfonos celulares, por lo que esa parte del trabajo policial fue asignada a expertos en telefonía, que pacientemente hicieron rastreo de los aparatos, esperando que fueran activados. Las investigaciones de campo, los análisis de registros fílmicos, rastreo telefónico y entrevistas a testigos, permitieron armar una estructura investigativa que en corto tiempo dio resultados positivos.
Tres sospechosos detenidos
Según lo expresado por el comisario Uribe Guerrero, los expertos en telefonía detectaron el funcionamiento de uno de los celulares robados, cuyas celdas abrieron en zona de Zorca y El Mirador. Eso fue en horas de la tarde del pasado martes de inmediato partieron las comisiones para indagar en el sector. La clave era el automóvil Chevrolet, modelo Optra, color gris.
Ya al anochecer el carro fue detectado en la zona de Mata de Guadua, aldea Roscío, de Capacho Nuevo, en cuya vía principal fue interceptado en momentos que era tripulado por tres hombres que fueron sometidos a requisa. Les encontraron un arma de fuego tipo pistola por lo que inmediatamente fueron aprehendidos.
Quedaron identificados según la versión policial como: J. L. Contreras Arenas, de nacionalidad venezolana y 34 años de edad, obrero, quien presenta registro policial de fecha 21 de julio del 2019, ante la delegación municipal de La Grita, municipio Jáuregui, por el delito de hurto agravado. J. E. Castro Ovalles, de 41 años de edad y nacionalidad venezolana, quien presenta registro de fecha 11 de junio del 2020, por el delito de porte detención u ocultamiento de arma, por ante la Oficina de Reseña Táchira y, de fecha 05 de enero del 2020, por robo común “arrebatón”, también por ante la Oficina de Reseña Táchira. El tercer sospechoso detenido es el ciudadano S. A. Miranda Prieto, de nacionalidad venezolana, 31 años de edad, de oficio obrero.
Gastaron los dólares
Durante el desarrollo de la investigación policial se logró incautar como evidencia un arma de fuego tipo pistola, marca Brico, con municiones calibre 9 milímetros; diez municiones calibre 38;
un vehículo marca Chevrolet, modelo Optra, color gris, placa AC352UF, al parecer utilizado para cometer el robo en la iglesia de la Unidad Vecinal. Un automóvil, marca Chevrolet, modelo Corsa, color plata, año 2006, placa PAM22T y una motocicleta, marca Haojue, modelo HJJ-125, color azul, placa AL9K34A.
Se estableció mediante investigaciones de campo que uno de los ciudadanos gastó las divisas que le correspondieron en la adquisición de un automóvil Chevrolet, modelo Corsa y la motocicleta marca Haojue y una casa ubicada en el sector San Rafael, vía a cordero, situacion que fue notificada a Fiscalía.
Uribe dijo que los tres sospechosos fueron pasados a órdenes de la Fiscalía de Flagrancias del Ministerio Público, por presunto delito contra la propiedad en ejecución de robo, contra la cosa pública y ley para el desarme y control de armas y municiones.
La investigación policial continúa en busca de otros posibles implicados.
La Nación