El alcalde de Múnich prohibió el jueves la presencia de aficionados en el estadio cuando el Bayern Múnich sea local al iniciar la temporada de la Bundesliga debido al repunte de casos de coronavirus en la ciudad.
Bayern confiaba abrir las puertas para 7.500 hinchas en la Allianz Arena para enfrentar Schalke el viernes. El club bávaro quería ampararse en una serie de medidas de distanciamiento social dentro de un periodo de prueba de seis semanas que permitirá tener un máximo de 20% en la capacidad del estadio.
Hubiera sido el primer partido de la liga alemana con aficiones en las gradas desde marzo.
“Se habría mandado la señal equivocada… permitir la vuelta de los espectadores a las arenas deportivas”, dijo el alcalde de Múnich Dieter Reiter en un comunicado.
Los partidos en las otras ciudades se disputarán sin público el sábado y domingo.
La decisión de Reiter trascendió luego que el Instituto Robert Koch, el centro de control de enfermedades en Alemania, reportó una tasa de 47,6 nuevos casos de coronavirus por cada 100.000 personas en Múnich durante un periodo de siete días.
“Entiendo que los hinchas y clubes, que ya estaban felices de poder vivir la alegría del ambiente futbolero, no puedan comprender esta decisión», dijo Reiter. “Pero inclusive con el mejor protocolo de higiene, no podemos explicarle a la gente, frente al actual incremento de casos, el por qué necesitan ser cuidadosos si al mismo tiempo se abren los estadios».
AP