Una semana flexible representa la activación de muchas actividades, así sea por un poco más de medio día, totalmente vedadas en la anterior de mayores restricciones.
Bajo la sombra del desabastecimiento, el transporte público ha sido uno de esos sectores, que a como de lugar vuelven las unidades a la calle, apenas se les autoriza, así sea con gasolina o gasoil recomprados de Colombia.
Un chofer de línea suburbana que prefirió no identificarse admitió que en el mercado negro se está pagando entre 10 mil y 15 mil pesos el litro, pero que él preferiría pagar en vez de quedarse paralizado en casa, sin mayor ingreso. Sin embargo no se mostró muy contento con la débil movilización de pasajeros ese lunes.
–No vale la pena ni salir en casa, con ese riesgo a exponernos de la enfermedad, el poco combustible que tratamos de administrar al máximo, y de que el número de pasajeros se ha reducido, y el pasaje tan barato. ¿Pero cómo llevamos el pan a la casa? — dijo, delante de varios pasajeros en el centro de la ciudad de San Cristóbal.
Para la usuaria Marisol Contreras, habitante del barrio 23 de Enero, el transporte público estuvo de alguna manera “normal”, aunque madrugó infructuosamente pues la que la llevaba al centro pasó después de las 7:00 de la mañana. Ella expresó que cuando tiene que caminar, camina, pero prefiere esperar, sobre todo en estos días que tanto el sol como la lluvia, son inclementes.
–Además, caminar con tapabocas resulta incómodo; se te dificulta a veces respirar, o con estos calores te suda mucho la boca – expresó.
El pasaje este lunes siguió en líneas urbanas en 30 mil bolívares y en suburbanas a 60 mil, o más. En pesos igual se mantuvo en 500 pesos al interior de la ciudad o las llamas rutas cortas y en mil las más distantes o que van hacia otros municipios, pero al cambio actual casi que es el doble de su valor, por eso muchos aprovecharan esta semana a tomarse medio día en alguna institución bancaria que les despache efectivo, un asunto del que las autoridades financieras no ofrecen mayores detalles, y por eso muchos pierden su día en colas, o deben afrontar en la puerta del banco una buena o mala noticia.
Las noticias del aumento del covid-19 en la región no achanta el flujo de personas, que incluso salen con sus hijos, más afectada por temas como la falta de incentivos y medios para salir de la casa.
La Nación