El New York Times publicó el lunes 27 de Septiembre una extraordinaria investigación basada en documentos fidedignos de 18 años sobre las finanzas de Donald Trump y su grupo de empresas hasta el año 2017. Los hechos pueden ser reveladores de un gran fraude fiscal cometido por el actual Presidente de los Estados Unidos, quien solo quiso ser medianamente transparente con sus finanzas, cuando comenzó a ejercer la Presidencia en el 2016.
Así por ejemplo para el ejercicio fiscal de 2015, Trump pagó un impuesto sobre la renta de solo 750,00 dólares. Este pago lo realizó cuando ya era Presidente, en el 2016.
Esa suma equivale a lo mismo que pagaría un hombre o mujer soltera con un ingreso de sólo 18.000 dólares anuales. Mientras un maestro de escuela pagaba en impuestos sobre la renta 7.239 dólares, un bombero pagaba 5.283 y una enfermera pagaba 10.216, Trump ya siendo Presidente solo estaba pagando 750 dólares. ¡ Vaya ejemplo!
Esta viveza irracional y estúpida de un hombre que hace alarde de sus millones, riquezas y opulencias, ya debe estar despertando las alarmas y la indignación en todos los profesionales honestos de Estados Unidos, que literalmente solo viven para pagar sus deudas.
La investigación revela que durante 11 de los 18 años de la investigación, Trump no pago impuesto sobre la renta al Tesoro de los Estados Unidos, representado por el temible Internal Revenue Services ( IRS, por sus siglas en Inglés). Para se valió de sutiles – y a veces descarados – subterfugios y tecnicismos que transforman una legítima planificación fiscal, para convertirse en un potencial, peligroso y criminal fraude fiscal.
Por ejemplo, el IRS está auditando actualmente 72.9 millones de dólares en reembolsos a sus negocios, muchos de los cuales habían declarado pérdidas. Para obtener un reembolso, significa que previamente se ha pagado impuesto en exceso. Pero una misma persona no ha podido tener el beneficio del reembolso, si previamente ha declarado pérdidas. Esto solo ha podido ser posible mediante un entramado de múltiples compañías que diluyan los ingresos.
Otro dato destacado que revelan las investigaciones del Times, es el peculiar manejo de las debilidades de Trump. Por ejemplo, su imagen personal y su peinado. Trump considero que los gastos provenientes del cuidado de su cabello (70.000 dólares) para las apariciones en Televisión, podrían ser considerado un gasto de negocios. En el mismo sentido, los gastos de sus residencias, aviones y las clases privadas de golf.
La actual esposa de Trump (Ivana) era una empleada de la organización Trump y por tanto, ganaba un salario que imaginamos jugoso. Pero además, ella cobraba honorarios por consultoría, siendo esto una deducción corporativa.
Estas son pequeñas “menudencias” de los secretos bien guardados de las declaraciones de impuesto sobre la renta de Trump.
La investigación realizada por el New York y conducido por profesionales de muy reconocida trayectoria, abrirá un espacio a la discusión pública sobre la honestidad y rectitud de los servidores públicos, y en especial, del Presidente de los Estados Unidos. En un momento crucial de la campaña electoral: Ya los debates entre candidatos comienzan el martes 29 y de allí, hasta finales de Octubre se abre el espacio decisivo para las elecciones del 02 de Noviembre.
Es el momento perfecto para Biden!
Luis Homes Jiménez / @luishomes