En las últimas horas han aumentado los enfrentamientos en la región separatista de Nagorno (alto) Karabaj, en disputa entre Armenia y Azerbaiyán. Los ataques, que iniciaron el domingo, se extienden ya a una segunda jornada y dejan decenas de muertos en medio de llamados internacionales a cesar la lucha.
Los enfrentamientos entre las fuerzas armenias y azeríes continuaron a lo largo de la noche del domingo 27 de septiembre y se han alargado hasta este lunes, unas acciones bélicas que hacen temer a la comunidad internacional el estallido de una nueva guerra en el Cáucaso.
El domingo las autoridades armenias y azerbaiyanas informaron de la muerte de seis civiles azaríes y dos civiles armenios de la región de Nagorno-Karabaj. Entre tanto, las autoridades locales de esta región en disputa, informaron que 32 soldados separatistas que murieron el domingo en la mañana y otros 15 lo hicieron en las últimas horas.
El Ministerio de Defensa armenia, que apoya a los separatistas, informó que durante la noche no se detuvieron los combates. Por su parte, el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán dijo que las fuerzas armenias estaban bombardeando la ciudad de Tartar, aunque no especificó si había habido víctimas mortales en los ataques.
La tensa situación en la región de Cáucaso estalló el domingo en la mañana cuando tanto Armenia como Azerbaiyán se acusaron mutuamente de haber iniciado ataques contra sus territorios. Ambas naciones llevan enfrentadas desde finales de los años ochenta por el dominio del Nagorno-Karabaj, que declaró su independencia tras la caída de la Unión Soviética en 1991.
En medio de la escalada, las autoridades de la región separatista controlada por Armenia y situada en territorio azarí declararon el domingo la ley marcial y la movilización de su población masculina.
Por su parte Azerbayán, que también declaró el domingo la ley marcial, asegura que su Ejército actuó en respuesta a una primera ofensiva armenia. Armenia, por su parte, fue el primero en declarar la ley marcial el domingo e instar a sus tropas a luchar, mientras la contraparte azerí aseguró actuar en proporción.
La comunidad internacional teme una nueva guerra en el Cáucaso
La escala de tensiones ha levantado las alarmas entre la comunidad internacional, que teme una nueva guerra en la región del sur del Cáucaso, un enclave estratégico a nivel global por el que pasan oleoductos que transportan petróleo y gas hacia el resto del mundo.
Ante la escalada de enfrentamientos, la respuesta internacional ha sido mayoritariamente para instar a encontrar una solución pacífica. Tanto la Unión Europea, Rusia -aliado de Armenia- y la OTAN hicieron un llamado a cesar las hostilidades y a retornar al camino del diálogo.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que su país, que preside junto a Rusia y Estados Unidos el grupo de Minsk -creado para dar respuesta al conflicto regional- aseguró estar «dispuesto a contribuir a una solución pacífica y duradera del problema» y urgió al cese inmediato de las hostilidades.
Turquía, por su parte, se pronunció en apoyo de Azerbaiyán, por lo que el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, urgió a la comunidad internacional a garantizar que Turquía no intervendrá en los enfrentamientos. La situación preocupa en la región por miedo a la posibilidad de que estalle una guerra que involucre a Rusia y a Turquía, lo que podría derivar en un conflicto mucho mayor.
France 24