La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reforzó el miércoles la presión sobre el Reino Unido para que respete sus obligaciones internacionales, en referencia a la iniciativa británica que modifica aspectos del Acuerdo de Retirada del bloque.
En su discurso sobre el Estado de la Unión Europea, Von der Leyen afirmó categóricamente que el Acuerdo de Retirada, arduamente negociado y que entró en vigor en febrero de este año, “no puede modificarse de manera unilateral”.
Ese Acuerdo establece mecanismos aduaneros para Irlanda, y se propone evitar el restablecimiento de una frontera física entre la República de Irlanda, un miembro de la UE, e Irlanda del Norte, una provincia británica.
Sin embargo, el gobierno británico ya logró la primera aprobación de una ley sobre mercado interno que modifica aspectos de ese acuerdo, un paso que generó una oleada de furia entre dirigentes de la UE, que exigen que Londres cumpla lo acordado.
Se trata, dijo Von der Leyen, de “una cuestión de derecho, de confianza y de buena fe”.
“La UE y el Reino Unido han acordado que era la mejor y la única forma de garantizar una paz duradera en Irlanda. Y no vamos a retroceder en ello. Este acuerdo fue ratificado (por el Parlamento Europeo) y la Cámara de los Comunes. No puede modificarse unilateralmente, abandonado o dejar de ser aplicado”, reforzó.
De acuerdo con la responsable europea “el afecto hacia los británicos nunca desaparecerá, pero con cada día que pasa las posibilidades de un acuerdo oportuno se disipan”, comentó.
Von der Leyen señaló que las negociaciones “son siempre difíciles”, pero acotó que “las conversaciones no han avanzado como lo deseábamos, y eso nos deja muy poco tiempo”.
En un mensaje directo a Londres, la funcionaria recordó palabras de las ex primera ministra británica Margaret Thatcher, quien dijo que “los británicos no rompen acuerdos”.
“Eso era cierto entonces, y es cierto hoy. La confianza es la base de cualquier asociación”, expresó Von der Leyen.
La UE concedió a Londres hasta el fin del corriente mes para retirar las controvertidas disposiciones, y no descarta emprender acciones legales.
Por su parte, el principal negociador de la UE, el francés Michel Barnier, dijo a AFP que “es la posición de la Unión Europea que este miércoles”.
Barnier se reunió recientemente a puertas cerradas con embajadores ante la UE para presentar detalles de las conversaciones, y según una fuente próxima de esas conversaciones definió la ley británica como “una provocación”.
De su lado, el secretario británico de Estado para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, dijo el miércoles que la ley era un “último recurso”, y que el gobierno se mantenía “optimista” sobre la posibilidad de un acuerdo con Bruselas.
AFP