Maduro, pescuezo no retoña. Por Eugenio Montoro
El rey Fernando III en 1223 dio protección especial a los muchos judíos que vivían en un pueblo muy comercial de nombre Villadiego, pues estos generaban y pagaban cuantiosos impuestos. Sin embargo, para identificarlos, les obligó a usar una especie de pantalón amarillo ajustado que llamaban calzas. Así, cuando un judío se sentía en peligro o perseguido se iba corriendo a Villadiego y allí no se le podía maltratar ni capturar. Se volvió de esta manera común el decir “tomar las de Villadiego” para significar que cuando hay un peligro cercano y hay que poner los pies en polvorosa. Esto es precisamente lo que a Maduro debe hacer.
Veamos porqué.
Lo primero a destacar es el incremento en la fuerza de las protestas en Venezuela. No se trata de la cantidad que se mantiene alta en todo el país, se trata de marchas y actos que están apareciendo con centenares de ciudadanos en pueblos del interior. Las redes los reseñan y están animando a otras poblaciones a hacer lo mismo. Su potencial es importante para generar un conflicto definitivo. Las razones, algunas y todas. Falta de agua, electricidad, gasolina, gas, internet, comida, trabajo y abundancia de inseguridad, represión, indignación, disgusto etc.
Otro factor es una seguidilla de eventos que parecieran coordinados. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU publica un informe demoledor en contra del régimen, acusándolo de crímenes de lesa humanidad e indicando responsables. Incluye detalles de asesinatos en protestas, ejecuciones extrajudiciales, violencia sexual y torturas entre otras muchas barbaridades. La contundencia del informe ha obligado a la mayoría de los países a condenar el régimen.
Mike Pompeo, secretario de Estado de USA, realiza una visita a todos los países alrededor de Venezuela bajo las acusaciones nerviosas de Maduro de que es una gira “guerrerista” y que están preparando “algo”. Por otra parte, Trump durante un discurso indica que pronto tendremos un continente libre (de comunistas y otros bichos) en Cuba, Nicaragua y Venezuela y que están “pasando cosas” que no puede contar por ahora.
Las sanciones de USA empiezan hacen mella, el tráfico de droga se ha reducido afectando duramente los ingresos del régimen y la producción petrolera es casi inexistente. Es decir, poco dinero para “tapar huecos”, manipular y sobornar.
Después del informe de la ONU sobre violación de los derechos humanos Guaidó hace un histórico discurso para resolver el problema venezolano invocando la doctrina R2P solicitando la ayuda de otros países. Esta solicitud ha despertado enormes esperanzas pues, si bien una actuación miliar con autorización de la ONU es poco probable, las “ayudas” de cualquier tipo pueden suceder enredándole la vida a nuestro dictador con múltiples frentes de atención.
El régimen en su desespero de ganar tiempo convoca a unas elecciones con un CNE inmundo, con los partidos de oposición inhabilitados y centenares de presos políticos. La oposición ha rechazado este proceso por inmoral y la mayoría de los países también. Inclusive coinciden en que un asqueroso violador de los derechos humanos, como Maduro, no debe conducir ningún proceso electoral confiable.
Para colmo de males tiene una recompensa tentadora para el que ayude a capturarlo y los conflictos internos en el PSUV aumentan cada día. El caso de Alex Saab, el chismoso mayor de los ilícitos de Maduro, también se define pronto y se van a presentar, en contra de Maduro, nuevos elementos y pruebas en la Corte Penal Internacional.
La iniciativa la tiene la oposición pues, además del rechazo a la farsa electoral, es muy probable la realización de una consulta popular que también pueda poner fin al régimen por mandato ciudadano.
Demasiadas cosas al mismo tiempo apuntando al fin de la dictadura. Cada vez se reducen más las posibilidades de Maduro y el cerco lo estrangula sin piedad.
El desenlace está próximo.