El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V), lesionado desde la primera carrera de la temporada 2020 ha señalado en una entrevista de su propio equipo que «físicamente estoy progresando, que es lo importante».
«Cada vez me encuentro mejor y ya he empezado hace poco a entrenar y todavía tengo recorrido para llegar a mi nivel, el brazo va mejorando y ya hemos empezado a trabajar algo de fuerza, pero se tiene que ir muy poco a poco por los tendones y otras cosas, pero la fractura está consolidando bien», explica Márquez, quien reconoce que «ver las carreras por la televisión es lo que llevo peor, cuando hay un fin de semana de Gran Premio, porque es cuando me salen las ganas y el ansia de volver».
«Toca ser pacientes y lo más importante es que puedo hacer vida normal y tengo un brazo ‘normal’, aunque lógicamente, para poder pilotar una MotoGP, te tienes que ver capacitado al ciento por ciento», continúa.
«Ha sido todo un proceso pues primero llevé el brazo completamente inmóvil, desde el hombro hasta los nudillos, luego pasamos a este segundo paso, que fue con el codo libre, aunque llevaba una faja que me bloqueaba la posición y ahora ya puedo hacer vida normal sin protección, pero en bicicleta todavía llevo la placa de carbono que se ha visto en las redes sociales, más que nada por precaución», destaca el campeón del mundo de MotoGP.
«Lo más importante es que cada semana voy a la revisión con el doctor, vemos y valoramos cómo va consolidando la factura, y entonces damos unos pasos u otros», continúa en la entrevista difundida por el equipo de Repsol Honda.
Marc Márquez no tuvo inconveniente en hablar del rendimiento de su hermano Alex, del que destacó que «lo importante es que está progresando y antes de ir a las dos carreras de Misano, hablamos y le dije ‘lo sabes, ¿no?’, y él ya me entendió perfectamente. Era el momento de dar un paso, de buscar algo».
«Tú coges una moto, te intentas adaptar a ella, das el ciento por ciento, pero cuando llegas a un determinado punto, es ahí donde tienes que buscar algo más, y ya llevaba dos carreras un poco estancado a nivel de resultados y ritmo, y es ahí donde tienes que tener la capacidad como piloto de dar un paso y el equipo tiene que ayudar», explica Marc Márquez.
«Está en el Repsol Honda, le están ayudando muchísimo y le fue muy bien el test, que es algo que también le dije pues no es lo mismo probar cosas durante un fin de semana de carreras, con el estrés de la competición, que el entrenamiento que hicieron el martes y ahí dio un paso bastante grande y ya en carrera, dio otro más», comenta Márque.
«El ritmo lo ha tenido siempre. Lo que le falta es el sábado, a una vuelta, maltratar un poco a la Honda con los neumáticos nuevos, porque debes hacerlo así si quieres ir rápido con esta moto. Él lo sabe y cada uno tiene su estilo y su pilotaje», continúa sobre su hermano.
«Lo que me sorprendió más fue su ‘warm up’ y esas primeras vueltas, en las que enseguida se puso delante, porque si no tienes la velocidad, eso no lo puedes hacer y es lo que le estoy diciendo: sacrificio, esfuerzo, trabajo, pero también ser listo, ser pillo. Significa coger la rueda de uno, del otro, que es donde aprendes más», reconoce Marc Márquez.
«Le ayudo un poco, pero me mantengo al margen. Cuando tiene problemas, sabe que puede llamarme. Yo no llamo nunca; le digo ‘llámame tú’ pues desde el circuito es una cosa y en casa, otra. Es mi compañero de equipo y mi hermano, y lo intento ayudar, especialmente a nivel de neumáticos, los jueves cuando le dicen los que hay», agrega.
«En lo profesional, cada uno tiene que saber crecer y experimentar cosas nuevas. Seguro que ayuda lo que le pueda decir, pero luego en pista estás solo», asegura.
El piloto de Repsol Honda recuerda que «cuando voy al doctor y me dice ‘esta semana olvídate, aún no puedes hacer moto ni nada’, pues hago ‘reset’ y pienso que será la semana siguiente, es la manera de tener esa motivación».
«La recuperación la está marcando el hueso. Por mucho que uno fuerce, el hueso tiene un tiempo de regeneración y es eso lo que estamos esperando. Es lo que nos está frenando, porque hay que esperar a que se consolide todo bien y los plazos que dice un médico son de tres meses, aunque yo pienso que son dos o uno y medio…», comenta Márquez.
Y, al analizar la temporada, sonríe y explica que «bromeamos con el equipo en las vídeo llamadas que hacemos, porque parece que nadie quiera ganar. Parece que nadie quiera este Mundial. Y el que menos ruido ha hecho, es el que va líder, que es Dovizioso. Pero es que tenemos a Nakagami y muchos otros pilotos a menos de 25 puntos. Es difícil analizarlo, no se entiende».
«Esperaba más de muchos pilotos de los que estaban delante, pero es que es muy diferente ser perseguido que ser el perseguidor. Cuando eres perseguido y sabes que tienes que ganar, te entran muchas dudas, no pilotas igual, tienes mucho que perder. Y de la otra manera, tienes poco que perder, y si ganas, es perfecto. A mí me pasó», reconoce el seis veces campeón del mundo de MotoGP.
«En 2013 lo dije, fue el año que me lo pasé mejor, en el que tenía menos presión y en el que me salían más las cosas. En 2014 cambió un poco y en 2015 fue cuando empezaron a no salir las cosas, porque llegan las dudas, tienes que ganar, eres el favorito y es ahí cuando, en ese cambio de papel, cuesta más», recuerda.
Y en cuanto a la igualdad entre los equipos, Marc Márquez señala que «hoy en día lo de satélite es entre comillas, es el equipo que no va pintado como la moto de fábrica, pero las motos, por ejemplo la mía y la de Cal Crutchlow, son idénticas. La de Quartararo y Viñales son idénticas. Es así porque las fábricas han visto que tener cuatro motos de fábrica en pista te permite obtener más información y tener más posibilidades de conseguir resultados».
Al referirse al rendimiento del equipo y de Honda, Marc Márquez ha recordado que «en las últimas siete temporadas, el equipo Repsol Honda ha hecho una gran estrategia, ha conseguido más campeonatos de constructores, equipos y pilotos que ninguna otra escudería».
«¿Estrategia de fichajes? Creo que han sido buenas. Se fichó a Lorenzo y de esta manera desactivabas Ducati y ponías en Honda a un cinco veces Campeón del Mundo. No consiguió adaptarse a la moto, pero esto también tiene su riesgo. El equipo se encontró una situación difícil el año pasado por la retirada de uno de sus pilotos en la última carrera del año, y entonces se optó por fichar al que acababa de proclamarse Campeón del Mundo de Moto2. ¿Es un rookie? Sí», analiza Márquez.
«¿No es el sitio de un rookie de primeras a no ser que sea un caso especial? Tampoco es el sitio, pero es la obligación y el momento que se dio. Yo creo que la estrategia es buena, pero sí es cierto que se ha visto que la moto sigue siendo complicada. Y no es una moto que HRC haga para un piloto. Yo soy el primero que pide una moto fácil, una moto con la que no me caiga tantas veces, pero si es una moto ganadora, tienes que sacar el ciento por ciento», dice.
«Este año ha ido así, pero si valoras los diez últimos años de MotoGP, el equipo Repsol Honda ha sido el que más títulos ha ganado», recalca.
«Honda tiene una filosofía y me gusta, porque cuando hablo con Doohan, con Crivillé o con pilotos que han sido de Honda hace 20 años o más, la filosofía era la misma. Una moto muy física, una moto indomable, con muchos caballos. Pero que si la conseguías hacer funcionar y entender, podías ir muy rápido», agrega al respecto.
«Te tienes que caer muchas veces para entenderla y esto significa un riesgo, pero cuando funciona, funciona. Y en la competición, todos los años hay una que va mejor y otra que va peor. Y se ve de circuito a circuito, que parece que las Yamaha arrasen, luego las Ducati, luego las Honda. Ahí es donde el binomio equipo-piloto tiene que sacar el ciento por ciento de la moto», comenta Márquez.
EFE