Una instalación de almacenamiento de petróleo inactiva frente a la costa oriental de Venezuela se encuentra en condiciones satisfactorias, dijo un funcionario de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), luego de que una serie de incidentes en los últimos meses generaronpreocupación por el riesgo ambiental.
Cerca de 1,3 millones de barriles de crudo Corocoro han estado atascados desde hace más de un año a bordo de la FSO (instalación flotante de almacenamiento y descarga) de Nabarima, que forma parte de la empresa mixta Petrosucre, entre PDVSA y la italiana Eni, debido a que las sanciones de Estados Unidos han complicado las exportaciones del país.
Sin tripulación operativa a bordo, en julio la embarcación presentó una inclinación del 8% que generó un riesgo de derrame, y a fines de agosto una fuga de agua provocó inundaciones en la sala de máquinas. Ambos problemas fueron resueltos.
En los primeros comentarios públicos de la compañía sobre el asunto, un director ejecutivo de PDVSA, Pedro Figuera, escribió en Twitter el miércoles en la noche que la embarcación “cumple con estándares de seguridad operacional y ambiental”.
“Las condiciones de normalidad y confiabilidad operativa del buque Nabarima han sido evaluadas satisfactoriamente”, agregó Figuera, quien también divulgó un video de los trabajadores a bordo del buque.
Eni había dicho más temprano el miércoles que el buque estaba “estable” y que evaluaban opciones para descargar el crudo, algunas de las cuales necesitarían autorización bajo el régimen de sanciones de Estados Unidos.
La preocupación por Nabarima se produce un mes después de que una marea negra, que según los legisladores de la oposición provenía de la refinería El Palito de PDVSA, llegó a las orillas del parque nacional Morrocoy en el oeste de Venezuela, conocido por sus playas vírgenes y manglares sensibles.
Reuters