La hiperinflación que arropa a Venezuela desde hace unos años y que se agrava día a día con el desenfrenado aumento del dólar paralelo que sobrepasa los 350 mil bolívares, llegando casi al total del salario mínimo venezolano que es de 400 mil, aleja de la mesa el pabellón, plato tradicional venezolano por excelencia.
Por costumbre, el pabellón es el plato predilecto de la mayoría de las familias venezolanas y para los zulianos específicamente, era el menú “fijo” para los lunes de cada semana, pero el alto costo de los productos de la canasta básica alimentaria eliminó el hábito de muchos hogares.
El arroz blanco tipo I se consigue en el mercado entre 250 y 270 mil bolívares, el precio del plátano varía según su tamaño, entre 80 y 120 mil. Mientras que lo principal, la carne mechada y la caraota negra, llegan a los 350 (medio kilo) y un millón 300 mil bolívares (un kilo) respectivamente.
Es decir, para que una familia pueda llevar el exquisito plato a la mesa, debe gastar dos millones de bolívares, que equivalen a 5,63 dólares, mientras que el salario mínimo, en dólares, equivale a 1,13.
La Verdad