Este martes 2 de septiembre se conoció que el tribunal brasileño anuló una de las nueve causas penales abiertas por supuesta corrupción en contra del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, por considerar que no existían “pruebas suficientes” para continuar el proceso.
El juicio se refiere a acusaciones iniciales de corrupción, tráfico de influencia, lavado de dinero y asociación ilícita formuladas contra Lula bajo la presunción, no comprobada, de que favoreció negocios ilícitos de la constructora Odebrecht en Angola.
La decisión fue tomada por un tribunal de Brasilia que ya había rechazado el año pasado algunas de esas acusaciones pero aún juzgaba las correspondientes a los presuntos delitos de corrupción y tráfico de influencias.
En uno de esos juicios fue condenado a ocho años y diez meses de prisión y llegó a pasar 580 días encarcelado, pero luego fue liberado por una decisión de la Corte Suprema, pues aún no ha agotado por completo sus posibilidades de apelación.
También a la espera de que sean juzgados otros recursos está una pena dictada ya en segunda instancia en otro de los procesos, en el que Lula fue hallado culpable de corrupción y lavado de dinero por una corte de segunda instancia, que le condenó a 17 años.
Efe