Violado y torturado encuentran cadáver de venezolana en Bogotá

La familia de Lisbeth Katiuska Araque Maldonado se encontraba buscándola desesperadamente; la joven tachirense, de 20 años de edad, desapareció en misteriosas circunstancias el 18 de agosto cuando salió de su casa en el barrio Toscana, en la localidad de Suba, Bogotá, para dirigirse a su lugar de trabajo.

La Policía, el 8 de septiembre, halló el cuerpo de una mujer en una alcantarilla del barrio Garcés Navas y todo apuntaba a que se trataría de la tachirense Lisbeth Araque, como efectivamente se comprobó, de acuerdo con varios medios de comunicación del país vecino.

Según la información colectada, Lisbeth salió en compañía de su hija de 15 meses, hacia la casa de su jefe en la localidad de Engativá. Su hija fue hallada abandonada el mismo día en un parque, cerca de su vivienda. Su padre conoció de la aparición de su bebé cuando fue a la Policía a denunciar la desaparición de madre e hija.

Sin embargo, no había rastros de la madre. Más adelante, los videos que revisó la Policía confirmarían que, contrario a lo que alegaba el jefe, la muchacha sí llegó a su destino y que, días después, el hombre sacó una bolsa que puso en una carreta y la llevó hasta la alcantarilla.

Tras el hallazgo del cadáver, que presentó signos de tortura y violación, la Sijin allanó la casa del hombre, donde colectó evidencia incriminatoria. Se esperaba la necropsia para saber la causa de la muerte.

Eduardo Sandoval, esposo de la chica y padre de la bebé, había informado que el día que desapareció, él las acompañó a tomar el taxi que las llevaría hasta el trabajo de ella, mientras que el taxista que hizo el servicio aseguró que la llevó a ella y a su pequeña hija a ese lugar, aunque el jefe de la tachirense lo negó.

La semana pasada la investigación dio otro giro, después de que los trabajadores de una empresa de servicios públicos informaran el hallazgo de un cadáver en un alcantarillado del barrio Garcés Navas. La descripción era similar a la de Lisbeth Araque. El cuerpo fue envuelto en plástico y atado de pies y manos.

“Otros videos recopilados mostrarían que este sospechoso abandonó a la hija de Lisbeth muy cerca de una casa, en el barrio de Toscana, donde la joven vivía con su pareja”.

La tarde de este martes se concretó su arresto. El jefe de Lisbeth Katiuska Araque tiene un depósito de chatarra o depósito de reciclaje.

La Nación

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