Ronald Acuña Jr. hizo historia al inaugurar el primer inning con un jonrón. Pero hizo falta mucho más para que los Bravos comenzaran con buen pie su serie divisional de la Liga Nacional ante Miami.
Por ejemplo, apareció un pelotazo más contra el venezolano por parte de los Marlins, esta vez a la cadera izquierda con una recta del dominicano Sandy Alcántara. Ese golpe hizo que Atlanta se encendiera y emprendiera la remontada.
Travis D’Arnaud quebró el empate mediante un cuadrangular en un gran ataque durante la séptima entrada y los Bravos vencieron el martes 9-5 a los Marlins, para tomar ventaja de 1-0 en la serie.
“Sí pienso que eso nos despertó”, dijo D’Arnaud acerca del pelotazo a Acuña. “Y aprovechamos ese impulso”.
D’Arnaud aportó además un doble y un sencillo, para totalizar cuatro remolcadas. Dansby Swanson disparó un cuadrangular como parte del racimo de seis carreras de Atlanta en el séptimo episodio.
Luego de pintar de blanco a Cincinnati a lo largo de 22 innings para imponerse por barrida de 2-0 en la serie de comodín, los Bravos debieron apostar a su bateo en el duelo que puso en marcha la contienda ante los Marlins.
El segundo duelo de la serie, a un máximo de cinco, se realizará este miércoles, también en Houston.
Acuña produjo la carrera inicial de Atlanta, al conseguir su jonrón en la parte baja de la primera entrada. Encontró el segundo lanzamiento de Alcántara y se voló la barda entre el jardín derecho y el central.
Se quedó mirando la esférica por un momento, antes de lanzar el bate, que describió un giro, y de recorrer las bases.
Con ello, se convirtió en el pelotero más joven de la historia de la postemporada en batear un jonrón en el primer turno de su equipo, a los 22 años y 293 días.
Los ánimos se calentaron en el tercer episodio, cuando Acuña fue alcanzado por una recta a 98 mph. El extrovertido jardinero se aferró al tolete y dio unos pasos hacia el montículo, antes de ser rodeado por los umpires y los coaches de los Bravos, quienes lo alejaron de Alcántara.
El dominicano había comenzado a caminar también hacia Acuña.
Luego de una breve interrupción en la que hubo muchos gritos desde ambas casetas, Acuña ocupó la almohadilla. Los umpires hicieron una advertencia a ambos clubes.
En 2018, cuando Acuña era un novato y estaba en una tremenda racha de cuadrangulares, otro dominicano, José Ureña, lo impactó con una recta que constituyó su primer pitcheo en el encuentro.
Al paso de los años, el venezolano se ha convertido en blanco favorito de los pelotazos de los Marlins.
“Miré hacia su banca y dije: ‘Hasta ahora llevan cinco veces’”, relató Acuña. “En este momento pienso que hasta me he acostumbrado”.
Los Bravos perdían por 4-3 en el séptimo capítulo, antes de que Austin Riley y Acuña batearan sencillos consecutivos sin out para poner fin a la faena del abridor Alcántara.
Otro quisqueyano, Yimi García, llegó al montículo. Freddie Freeman bateó una roleta que derivó en un out forzado y dejó hombres en las esquinas.
El dominicano Marcell Ozuna pegó a continuación una línea de sencillo que empató el encuentro.
D’Arnaud, en su primera temporada con Atlanta, encontró un slider y catapultó la pelota por encima de la cerca del jardín central. El garrotazo de tres carreras colocó la pizarra 7-4.
El júbilo estalló en el dugout de Atlanta. Acuña saltó incluso la valla para festejar.
Por los Marlins, los venezolanos Jesús Aguilar de 5-0, Miguel Rojas de 3-1 con una anotada y una empujada. El colombiano Jorge Alfaro de 1-0. El dominicano Magneuris Sierra de 4-2 con una anotada.
Por los Bravos, el venezolano Ronald Acuña Jr. de 4-2 con dos anotadas y una empujada. El dominicano Marcell Ozuna de 5-2 con dos anotadas y dos producidas.
AP