Son varios los intentos de la oposición por articular una estrategia que permita salir de la crisis de ingobernabilidad al tiempo que se logra un cambio en las estructuras de poder. Esto ha llevado a cometer errores, creando desilusiones y cargar al venezolano de falsas expectativas o ilusiones.
Aunque parezca contradictorio los pocos avances que ha conseguido la oposición es cuando ha asumido el camino de la participación ciudadana de forma unitaria, incluso el respaldo internacional es a partir de conquistar electoralmente espacios, no al abandonarlos como se dijo en el 2005 o el 2018.
«De ahí que el diseño de una ruta unitaria debería incluir este escenario». Más aún si se consideran los datos de los estudios de opinión, donde una mayoría popular desaprueba la actual gestión de gobierno.-
En la actualidad están sobre la mesa varias propuestas para lograr la salida:
1) La de instalar un Gobierno de Emergencia Nacional que lleve una transición posterior al cese de la usurpación «tarea esta que no ha sido explicada y con muy malos antecedentes» Por lo que dejó de ser atractiva para las estructuras de sostén del régimen.
2) La propuesta de uso de una fuerza extranjera, una intervención, que es dependiente de factores externos los cuales son soberanos, autónomos y con su propia política; los cuales ante el riesgo, manifiestan que la salida debe ser por caminos democráticos y con los venezolanos. “Por lo que hasta el momento solo ha ejercido presión por medio de las sanciones y vías diplomáticas”.
3) La otra propuesta se basa en un camino gradual de escalada; que se articula a partir de las políticas del mismo gobierno y que al no tener una marcada diferenciación desde el plano opositor es confundida por los críticos y no avanza en el respaldo internacional. «Se sustenta en que la alternabilidad y cambios deben darse desde el plano electoral, aún bajo un sistema de semi competitividad’.
Cada una de estas propuestas tiene sus propios conductores, acólitos; debilidades y fortalezas al momento de buscar consensuar con los otros; los tiempos, la administración y el time político se han convertido en variables que se usan solo para descalificarse.
Los opositores deben reflexionar y aprender a diferenciar entre adversarios y rivales, al tiempo que ponen en práctica ese axioma de «caminar mientras se masca el chicle». En la mesa están tres propuestas que se manejan u operan en Escenarios y Tableros Distintos.
La primera y tercera de las propuestas conllevan jugar en el Tablero Electoral y para esto se debe conseguir un mínimo de condiciones que permitan la participación, sin descartar los acuerdos. La primera y segunda tienen coinciden en que no descartan el uso de la fuerza o presión, por lo que parecieran distar de lo electoral.
Esto se evidencia con el llamado a una Consulta Ciudadana como ejercicio de activismo que conlleva un acto condenatorio a las elecciones convocadas por el gobierno y un respaldo al uso de la presión nacional o internacional.
Las tres propuestas y derivados aunque con tiempos distintos, tienen entre las debilidades que para el éxito se depende del grado de participación ciudadana y esto parte de la unidad opositora; lo que en la actualidad no se vislumbra.
Lo que se tiene por ahora, es un Tablero Electoral en el que se mueve el gobierno sin contar con la mayoría popular. Mientras, los que creemos en la Ruta Electoral explicamos razones, otros debaten sobre posibilidades de que se produzca una transición a partir del voto; lo que es inviable para los procursores de la segunda propuesta.
Del gobierno salir bien en las elecciones parlamnetarias, no abandonara este tablero por lo que apresuraria las elecciones de Gobernadores y Alcaldes. A la oposición le quedaría siempre la opción del Revocatorio que sería mejor manejarlo, desde otras posiciones de poder.
El referéndum revocatorio que sonaba como lejano surge entre las cartas, en el 2004 y 2016 significó la oportunidad para unir los opositores, pero no se está en el mismo Time Político e incluso conllevaría una lucha por condiciones electorarles y jurídicas que permitan su desarrollo. El costo social para los que sufren la crisis es muy alto, por lo que deben surgir al unísono otras medidas.
Este tipo de consulta si tiene un carácter vinculante, lograria desplazar del poder a quien lo ejerce y se activan los mecanismos de desmontaje de las estructuras de sosten, logra la movilización y activación de toda la oposición sobre una opción el «Si».
Nota de Prensa