El alcalde de Cartagena de Indias, William Dau, oficialmente reabrió una de las playas de la ciudad que permanecían cerradas desde hace más de seis meses a causa de la pandemia del coronavirus, en una jornada en la que él mismo jugó con las olas y corrió por la playa.
Dau, visiblemente emocionado, dijo a Efe que al igual que el resto de la gente él también estaba esperando el día de poder reabrir las playas y darse un baño de mar.
«La playa está divina, bien limpiecita, no se ve ni un papelito, ni un plástico, ni nada de basura. Inclusive en el agua no se ven ni algas, está cristalina, tranquila, se ve el efecto positivo de siete meses sin que los humanos la hayamos estado ocupando, ha podido descansar la playa y eso ha sido muy bueno», destacó el burgomaestre.
Este es un plan piloto que contempla inicialmente la apertura de cuatro espacios de playa que tendrán capacidad para recibir alrededor de 5.000 bañistas diarios distribuidos en dos turnos, uno en la mañana y otro en la tarde, con una hora intermedia para hacer desinfección y adecuación de la playa para recibir a los siguientes visitantes.
Las playas que se aprobaron para abrir durante octubre se organizaron con espacios independientes para practicar deportes acuáticos con y sin motor; también se delinearon los lugares donde el bañista y sus acompañantes pueden tomar el sol y donde pueden encontrar bebidas y aperitivos.
En las playas habrá controles como la toma de la temperatura y el registro de los visitantes, quienes tendrán lugares de desinfección y lavado de manos, además de sanitarios de uso público.
Acceso regulado
El alcalde recordó que mientras termina la pandemia de la COVID-19 se tendrán estos planes piloto que regulan el acceso a las playas y donde hay que tener una reserva previa para poder acceder a estos espacios en los que también habrá que mantener unos protocolos de bioseguridad que incluyen el distanciamiento social.
«La playa está abierta para todos los cartageneros», reiteró el alcalde al aclarar que los visitantes no tienen que pagar por el ingreso a la misma.
Cada playa habilitada cuenta con un espacio para que algunos vendedores estacionarios, registrados por las autoridades, ofrezcan a los bañistas bebidas y aperitivos.
El coordinador de playas del distrito de Cartagena de Indias, Jean Paul López, dijo a Efe que lo único que tendrá que pagar el visitante a parte del consumo que realice, «si lo desea», es el uso de las sillas y el parasol que tendrá cada módulo.
«Lo que debe pagar el ciudadano cartagenero o el turista son las sillas y el parasol. Eso tiene un costo controlado, desaparece el tema de la usura con los precios porque es uno de los objetivos», aseguró López.
La ciudad tendrá una playa piloto en el sector de La Boquilla y tres en el de Bocagrande donde se concentra la mayor parte del turismo que visita la ciudad.
Cartagena de Indias, que es la meca del turismo colombiano, reabre sus playas cuando suma 548 fallecidos y 23.016 casos confirmados de la COVID-19.
La directora del Departamento Administrativo Distrital De Salud (DADIS), Johana Bueno, dijo el pasado 29 de septiembre que en la ciudad se tiene «un aumento significativo en los casos activos especialmente en los barrios de Manga y Bocagrande que están directamente relacionados al sector turístico y comercial».
Colombia registra más de 829.000 contagios de COVID-19 y unos 26.000 fallecimientos.
EFE