Dos médicos cubanos desertaron el pasado 27 de septiembre de la misión del régimen castrista en Venezuela. La pareja hizo severas denuncias sobre la corrupción en el país.
Reinier Sori Estévez afirmó que junto a su novia Yuli tomó la decisión de irse ante las mentiras en el manejo de las estadísticas del covid-19, la corrupción y el acoso sexual que sufría su pareja, declararon a Telemundo 51.
Sori Estévez se desempeñaba como médico en el estado de Zulia. Contrajo el coronavirus, pero negó haber recibido ayuda alguna del Estado para su recuperación.
Posteriormente, Yuli también se contagió del virus y solo recibió atención médica de su pareja, quien es médico intensivista. Debido al grave cuadro que presentó la doctora, Sori Estévez le escribió a la viceministro de Salud cubana, pero nunca recibió respuesta.
Además, el intensivista denunció en CiberCuba que Yuli fue víctima de abusos sexuales por parte de uno de sus jefes, quien había sido nombrado coordinador de la misión por el gobierno de Cuba.
Cuando el médico se quejó ante el responsable de temas jurídicos de los colaboradores cubanos en Caracas, este lo disuadió de interponer una denuncia. Le advirtió que “le traería problemas”.
“Sé que es una decisión dura, bien difícil, pero no tengo miedo a nada. Con la bata blanca puesta, con la que he sabido trabajar siempre, los voy a denunciar ante el mundo”, aseguró el médico.
Actualmente ambos se encuentran en Colombia. Enfrentan a los desafíos de cientos de emigrantes que pretenden llegar a Estados Unidos para solicitar asilo.
Cuba ha admitido que las misiones médicas enviadas al exterior son una de las principales fuentes de ingresos del régimen. Sin embargo, varias organizaciones han denunciado que la isla somete a sus profesionales a formas modernas de esclavitud en los países que contratan sus servicios.
Cada año desertan cientos de médicos por las pésimas condiciones laborales que enfrentan. Solo en 2015, el gobierno de Estados Unidos entregó 1.663 visas a médicos cubanos.
El Nacional