Paleontólogos británicos han descubierto una nueva especie de dinosaurios en el desierto de Gobi, en Mongolia. Tenía solo dos dedos, un pico sin dientes, plumas y parecía a un loro gigante.
Investigadores de Edimburgo encontraron múltiples esqueletos completos de la nueva especie omnívora, que vivió hace aproximadamente 68 millones de años.
Llamado Oksoko avarsan, el antiguo animal medía unos dos metros de largo y tenía un gran pico sin dientes.
La criatura emplumada y omnívora pertenece a un grupo diverso de dinosaurios terópodos conocido por un excelente registro fósil que abarca gran parte del Cretáceo de Asia y América del Norte. Tenía un dedo menos en cada antebrazo que sus parientes cercanos, lo que sugiere una adaptabilidad que permitió a los animales propagarse durante el Cretácico Superior.
«Los fósiles notablemente bien conservados proporcionaron la primera evidencia de pérdida de dígitos en la familia de dinosaurios de tres dedos conocida como oviraptores», declaró Gregory Funston, el paleontólogo de la Universidad de Edimburgo.
El hecho de que un miembro del género pudiera desarrollar adaptaciones en las extremidades delanteras sugiere que el grupo podría alterar sus dietas y estilos de vida, permitiéndoles prosperar, afirmó.
Los investigadores también descubrieron que los Oksoko avarsan, como muchas otras especies de dinosaurios, eran sociales en su juventud. Los restos fosilizados de cuatro dinosaurios jóvenes se conservaron descansando juntos.
«El Oksoko avarsan es interesante porque los esqueletos son muy completos y la forma en que fueron preservados descansando juntos muestra que los jóvenes vagaban juntos en grupos», señaló Funston.
Asimismo destacó que la mano de dos dedos permitió observar la forma en que la mano y el antebrazo cambiaron a lo largo de la evolución de los oviraptores, que no había sido estudiado antes.
«Esto reveló algunas tendencias inesperadas que son una pieza clave en el rompecabezas de por qué los oviraptores eran tan diversos antes de la extinción», añadió.
En su estudio, Dr. Funston y sus colegas estudiaron la reducción del tamaño —y la eventual pérdida— del tercer dedo del oviraptor a lo largo de su historia evolutiva.
Encontraron que las extremidades delanteras de las criaturas cambiaron drásticamente, y junto con las migraciones a nuevas áreas geográficas, específicamente a las que ahora se conocen como América del Norte y el Desierto de Gobi.
El descubrimiento fue publicado en un artículo en la revista Royal Society Open Science.
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