La dura derrota ante el Shakhtar Donetsk el miércoles en la Liga de Campeones profundizó las dudas en un Real Madrid, que se muestra frágil a las puertas de un importante Clásico liguero contra el Barcelona.
La caída ante el recién ascendido Cádiz el sábado (1-0) en casa había suscitado una preocupación, que el escaso rendimiento ante el equipo ucraniano no ha hecho más que agrandar antes de viajar al Camp Nou el sábado.
Apatía, presión blanda, falta de pegada, fragilidad defensiva… todo pareció conjugarse en el equipo blanco para caer 3-2 contra un Shakhtar que se presentó en el Alfredo Di Stéfano con hasta 10 bajas en su primer equipo por el Covid-19.
“Sonrojo”, “Cada día peor”, “Ridículo de Champions”, la prensa no ahorra críticas este jueves al equipo blanco, destacando la asunción de responsabilidades por el técnico Zinedine Zidane.
‘Soy el responsable’
“Yo soy el responsable”, aseguraba Zidane, tras el encuentro, asegurando que “tenemos que encontrar la solución y la vamos a encontrar”.
Una solución que debe aparecer pronto en un equipo que dista mucho del sólido conjunto que acabó en tromba la pasada temporada, ganando diez de once partidos tras el confinamiento por la pandemia, para acabar llevándose el título liguero.
Los tres goles que recibió el jueves en una floja primera parte, son los mismos que encajó en los nueve primeros partidos que disputó tras reanudarse LaLiga la temporada pasada.
El Real Madrid volvió a flojear en defensa, dejando muy solo a un Thibaut Courtois que esta vez no pudo ejercer de salvador.
“Sin Sergio Ramos la defensa es un flan”, escribía el columnista de AS Alfredo Relaño, y es que, al igual que ocurrió en la eliminación ante el Manchester City la pasada temporada en la vuelta de octavos de final cuando faltó el capitán, Varane no acaba de asumir los galones en el eje de la zaga.
En Manchester, dos errores del central francés propiciaron sendos goles del City y el miércoles, quien debería haber asumido el liderazgo en defensa, marcó en su propia portería (33).
Por el costado, Marcelo sigue también muy lejos de las prestaciones defensivas de antaño.
“En defensa no se puede contar con él. No está”, escribió este jueves el diario Marca, añadiendo que “está a años luz del brillante jugador que fue. Una pena, pero está para jugar la Copa y poco más”.
Sólo Ferland Mendy mantuvo el tipo en una zaga que espera como agua de mayo poder contar con Sergio Ramos el sábado frente al Barcelona, si se repone del golpe de la rodilla sufrido contra el Cádiz.
Sin pegada
La fragilidad defensiva del equipo blanco se une ahora a la falta de pegada merengue, donde el miércoles el joven delantero Luka Jovic desperdició su enésima oportunidad para reivindicarse.
El artillero, al que Zidane ha titularizado en tres ocasiones en este inicio de temporada, sigue sin dar señales del hombre por el que se pagaron 60 millones de euros (71 millones de dólares) el pasado año para reforzar el gol blanco.
El serbio no termina de acoplarse, con solo 2 goles y 2 asistencias en 31 partidos desde que llegó, y no parece capaz de tomar el relevo de Karim Benzema, el referente en ataque, que esta temporada tampoco ha empezado de la mejor manera.
El delantero galo, que comenzó el jueves en el banquillo, tal vez pensando en el Barça, tampoco está atravesando su mejor momento en este inicio de temporada con un gol y una asistencia en seis partidos oficiales en esta campaña.
“Nos ha faltado un poco de todo, pero sobre todo nuestra confianza, que es lo más importante”, afirmó Zidane, tras el encuentro, presionado para encontrar soluciones de cara al importante clásico liguero.
Una victoria en el Camp Nou podría ayudar a cerrar las heridas abiertas en apenas cinco días, pero una derrota pondría más presión sobre los merengues y su técnico.
AFP