El próximo 4 pido se abran los templos y así los feligreses podrán recordar a sus familiares fallecidos con tranquilidad, durante todo el mes, dijo en la Homilía con ocasión de la Bajada de la Chinita el sábado 31,el Arzobispo de Maracaibo, Mons. José Luis Azuaje, también presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela .
Un altar con flores blancas y ornamentos ocres para el celebrante Mons.Azuaje, reunió en un espacio amplio del interior de la Basílica de San Juan de Dios, a169 personas este año, para recordar el acto más sentido del zuliano en materia de fe devocional.
Es la bajada, junto a la celebración del 18 de noviembre día de la Santa Patrona del Zulia Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, la máxima expresión de amor a la tablita que se dibuja rodeada del Apóstol Santiago y San Antonio, a estos pidió el celebrante paz y salud.
La datación de la famosa tablita es desde el s.XVIII y aumenta cada año sus devotos y promeseros. A estos santos acompañantes de la icónica representación Mariana, el prelado pidió paz y salud para el país. Necesitamos que los lideres atiendan al pueblo.
Una celebración para clamar por justicia y atención a los más necesitados. Abandonados en buena parte por políticos ahora en campaña, dijo Mons. Azuaje, mientras el pueblo y los más necesitados no tienen ni siquiera tapabocas. A ellos, debemos asistir mucho más porque están muy necesitados como buena parte de nuestras iglesias y sus párrocos, quienes han sufrido las consecuencias de la pandemia de la que debemos cuidarnos.
En el recorrido de luces multicolores, desde su camarín para posarse hasta el venidero 8 de diciembre, cercana de su pueblo, este año, el tobogán solo se extendió por 9 metros y no los 60 que durante 2 horas, tomaba tiempo para cumplir el ritual y encontrarse con una muchedumbre que rebasaba a 200 mil fieles a las puertas del templo para recibirla.
Lució la virgen morena,un manto dedicado a la salud con una cruz verde que representa este sector, y debajo las manos de la chinita con un rosario en las manos. Para los enfermos el arzobispo Azuaje, pidió oraciones y fortaleza para el pueblo zuliano, que a veces pudiera entenderse de un grado de sumisión ante tanto sufrimiento y sacrificio pero acá, dijo, recordemos las palabras de San Pablo, quien nos recuerda que después del sufrimiento viene la gloria.
La chinita, de los zulianos, está abajo en su Basílica. Está cerca de un pueblo que secularmente la invoca en medio de sus dificultades. Es la patrona de marinos y navegantes. Es la Madre donde cada hijo acude a solicitar mediación y consuelo. Es la virgen morena la de los misteriosos ojos y color genuino y la que congrega “Los Chiquinquereños “ que este año también redujo el número de integrantes de la agrupación gaitera para dentro de la Basilica cantarle.
Nota de Prensa / Eneida Valerio Rodríguez