Nicklas Bendtner ha sacado una autobiografía en la que, aparte de contar su versión de cómo ha dilapidado la fortuna que ganó en el fútbol, explica algunas interioridades del deporte. Una de ellas se refiere al empleo de trabajadoras sexuales como una costumbre muy extendida, que según explica el danés, tiene un motivo un tanto truculento detrás.
En las páginas de ‘Ambos Lados’ asegura que muchos futbolistas contratan prostitutas y no se relacionan con mujeres sin una relación comercial para evitar chantajes de estas. «Todo el mundo conoce a alguien que lo ha hecho. Es menos arriesgado que ligar con chicas de la ciudad», explica el exfutbolista del Arsenal o Wolfsburgo entre otros.
El motivo es que, según él, muchas de esas mujeres se acercan a los futbolistas por intereses económicos, hasta el punto de que les someten a chantaje si es necesario. El propio Bendtner pone de ejemplo una situación que le ocurrió a él. «Una chica con la que estuve me dijo que la dejé embarazada y que había un precio por su silencio. Significa que me tienes que pagar unas tetas nuevas. Quiero que me las arreglen», confiesa el delantero, que milita desde agosto en un equipo de Cuarta División de su país. En este caso, pagó.
La intensa vida sexual de los futbolistas se vivió especialmente en las concentraciones con la selección de su país. Recuerda una anécdota en concreto, sin decir nombres.
«No íbamos a casa hasta el día siguiente, así que una vez que el pasillo del hotel quedó en silencio, dos de nosotros nos fuimos al bar. Hablamos con unas chicas y acabamos teniendo relaciones sexuales en el tobogán de la piscina. En la siguiente sesión de entrenamiento, mi compañero apareció con las rodillas de un brillante color rojo», relata.