Los 900.000 barriles de gasolina iraní que el régimen de Nicolás Maduro compró para paliar la escasez en el mercado interno alcanzarán solo para dos meses, afirmó Eudis Girot, director ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela.
El sindicalista advirtió que para diciembre se repetirán las colas y las protestas en el país por las irregularidades en el suministro de combustible. “A menos que se aproveche la coyuntura y se tome la decisión de entrar en un proceso de mantenimiento profundo de las refinerías”, comentó en una entrevista concedida a El Nacional.
No se trata solo de la escasez de gasolina, se le suman los cortes eléctricos, la escasez de agua potable por tuberías y una implacable crisis económica a los que el régimen no ha podido hacerles frente.
Maduro informó el miércoles 30 de septiembre la llegada de combustible internacional, pero no amplió la información. En los últimos meses ha afirmado que hace operaciones y compras clandestinas para evitar la supuesta persecución del gobierno de Estados Unidos.
“Ya Venezuela está produciendo todo lo que necesita para el consumo interno. Se han levantado dos refinerías, a pesar del ataque brutal y las conspiraciones. En silencio ha tenido que ser la recuperación productiva y va bastante bien. Porque Venezuela tiene que producir todo lo que consume en hidrocarburos, en energía, todo”, expresó Maduro.
Tanto Girot como Iván Freites, secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros y Gasíferos del estado Falcón, desmintieron a Maduro. En declaraciones ofrecidas a El Nacional, aseguraron que el oficialista está asustado y miente para evitar que ocurra una convulsión social motivada por la escasez de gasolina.
«Se está creando es la falsa sensación de que se están recuperando las refinerías porque es un proceso más complejo. Va desde la reactivación de la producción de crudo, de las instalaciones hasta los derechos legales y contractuales de los trabajadores”, dijo Girot.
“El problema no se acaba con el dígito de la placa de un carro -refiriéndose al esquema de venta de combustible por el número de placa-, sino reestableciendo la democracia y el Estado de Derecho. Luego vendrán inversiones y se recuperará la industria y la producción. Si de verdad recuperan dos refinerías, ¿para qué traen gasolina de Irán? Esa afirmación se cae por su propio peso. ¡Qué mentira tan grande! ¿Quién va a creer eso? No tiene asidero por ningún lado”, agregó Freites.
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