Adaptarnos. Por Eneida Valerio (@eneidavalerio)

Cuando observamos una campaña sistemática contra  instituciones, personajes  y sectores de la vida, no logramos entender cuanto ocurre en la actualidad. Encontrar respuestas, se vuelve cuesta arriba, aunque no así; buscarlas. Eso de que vivimos un  mundo complejo  y desatinado, deriva una serie de interrogantes, que lucen como formas ya del pasado. Ahora, hay tanta  información y desinformación que  nos adaptamos a ambos lados, aun cuando la confusión nos destierre la esperanza. 

Las elecciones de EE.UU. aun sin presidente  y a más de una semana de haberse realizado el proceso comicial, sigue develando  tales asuntos de sorpresa inauditas, sí esto significa que hablamos de una democracia secular y consolidada en el ejercicio  del tiempo, no es descabellado  señalar, que hemos tenido que adaptarnos a tanto ruido comunicativo, incluyendo los sicológicos.

Las preferencias a por uno u otro candidato, han dado un matiz distinto a este proceso. Cumplido en un año de pandemia que arroja más de un millón de  víctimas, fundamentalmente basado en Europa  donde las condiciones sanitarias son muy distintas a los países en desarrollo y del BRIC,los resultados cuestionados comienzan, un conteo lento que pretenden la transparencia. 

Un año de pandemia que no sabemos  si avivó las apetencias por el poder, visualizado  solo para citar un ejemplo, en las luchas de los  laboratorios  y sus respectivos países por vender como buenas, los ensayos sobre vacunas  para la cura del COVID19.  el virus que  trastoca la vida del mundo con serias consecuencias post pandemia.

En EE.UU  con un alto número de infectados y de muertes subsiguientes, las  votaciones no dejaron de  alinear a quienes continúan la campaña descalificadora.  Se dio ganador  a Biden.  Un discurso anodino, el suyo carente de esa necesidad de persuasión que debe  remontar  el líder  ante su audiencia a fin de potenciar el crecimiento alcanzado y consolidar el existente. 

En medio de escándalos de corrupción familiar donde se ha involucrado a su  hijo con desviaciones morales y afectadas por gruesas sumas de  dinero, producto de negocios  turbios ,el aspirante  demócrata  no se ha pronunciado sobre este  escándalo ni  familiar  ni político. Tampoco, lo ha hecho otro de su partido, los mismos que saltaron la cerca de lo circense para apoyar al demócrata. Guardan el silencio  de la duda en crecimiento. 

Del otro lado, el presidente Trump, ha enfrentado lo que nunca vimos  contra un presidente  de aquel país. Una  campaña  que no se agota  para descalificarlo de la peor  forma. Raya en lo obsceno, las mismas, y lamentablemente con sumatorias de  todo aquel que  se llame  opositor.

Cuando el republicano, Richard Nixon sucumbió a la  presidencia de EE.UU salpicado por el escándalo del Watergaite,las condiciones en aquella década de los 70 no inundó a la opinión pública de tanta iracundia, aunque si había una consensuada  opinión de presionar su renuncia, como de hecho ocurrió. 

Jamás, imaginamos  algo parecido en el país, que en 1787 sancionó su primera Constitución. Un acto solemne con la presencia de  Georges  Washington quien en 1789 jurado como el primer  presidente, dijo entre otras cosas; “sostener,  proteger y defender la Constitución de los Estados Unidos de la mejor manera que le fuese posible

Después de iniciadas las  investigaciones sobre un grueso fraude, que  resultó de una operación encubierta, surge otra campaña no menos tolerante y hablan de la  pretensión presidencial de alimentar un golpe de estado, para permanecer en el gobierno. Olvidan  estos opinadores, el requisito esencial del apoyo del ejército, para consumarlo.

La campaña  continúan, aun cuando el Fiscal Nacional, demande las investigaciones y se apruebe un conteo irregular en varios estados. Las acusaciones continúan y las investigaciones en paralelo, también. 

La campaña; una  saturación de insultos, fue un  escenario planificado con suficiente  tiempo y sembró dudas. Nos quedaba, adaptarnos a  cada lectura cada día y momento. Desmontar las  informaciones, opiniones  y análisis  del mundo global donde implican grandes nombres del  mundo empresarial, no dejó por  fuera, la figura del papa Francisco, salpicado  en esta intención de dominio global. De sus  actos más recientes para tal justificación, se esgrime unas declaraciones sobre los homosexuales. 

El Vaticano, ha señalado, la descontextualización de las mismas, pero no han servido para corregir.  Entonces, la duda marca y  define la sombría deducción que se  trata de una campaña  bien montada  donde los espacios para corregir, no existen.

La democracia parece tener enemigos no necesariamente, comunistas, sino implicados en otras instancias de poder.

 

Eneida Valerio Rodríguez  / @eneidavalerio

 

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...

Tu opinión vale...