Las organizaciones de ciclistas de la Región Metropolitana de Santiago (Chile), se hicieron sentir con protestas en lugares emblemáticos de las zonas norte, sur, centro, oriente y poniente, en una jornada impulsada por el rechazo a los arrollamientos de pedalistas en la capital chilena durante las últimas dos semanas, tal y como reseño Crónicas de Chile.
Fue la muerte de Emely María Rojas González, venezolana de 24 años, registrada la mañana de este jueves 12 de noviembre en Providencia, el detonante principal del catalogado Paro Nacional Ciclista. La joven fue atropellada por la conductora de un bus de la Red Metropolitana de Movilidad.
En las protestas hubo consignas, cánticos y solicitudes de remoción de la ministra Gloria Hutt. De acuerdo con datos del Ministerio de Transportes, entre enero y septiembre de este año fallecieron 85 ciclistas, 28% más que en el mismo periodo del año 2019, una cifra equivalente a un pedalista fallecido cada tres días.
Tras la muerte de Rojas González, el Gobierno anunció que daría suma urgencia al proyecto de ley que crea un Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones. La iniciativa, que lleva cuatro años sin avances en el Congreso, busca generar, como su nombre lo dice, una automatización en cámaras de seguridad, que estarían ubicadas en los puntos que han registrado mayor cantidad de accidentes, obligando a los automóviles disminuir la velocidad y, a la vez, servirá de herramienta adicional para la labor de Carabineros.
Sin embargo, el tema de la seguridad vial va mucho más allá que esto ya que, desde el 18 de octubre pasado y, posteriormente con las medidas de confinamiento, la cantidad de personas que se movilizan en bicicleta ha aumentado considerablemente y nuestra infraestructura, pero por sobre todo la educación de los conductores de automóviles y transporte público no ha dado el ancho ante tal crecimiento de ese tipo de movilidad.
Además, se plantea la construcción de una gran ciclovía para conectar con una ruta de pedaleo de 17 kilómetros, que uniría el sector poniente con el oriente del gran Santiago, por la Alameda.
Crónicas de Chile