Este miércoles al menos dos adolescentes de 16 y 17 años fueron heridos presuntamente de bala por policías chilenos que ingresaron haciendo uso de sus armas a un hogar estatal de menores en la Región del Biobío, en el sur del país, informaron fuentes oficiales.
La Defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, aseguró que la situación es «una manifestación más del horror que representa la violencia estatal», ejercida por quienes «debiesen proteger a niños, niñas y adolescentes y que en definitiva los atacan de forma reiterada y desmedida».
El Instituto Nacional de Derechos Humanos exigió «que se sepa la verdad a la brevedad» y solicitó se transparenten quiénes aprobaron la intervención de Carabineros en un centro de menores custodiados por el Estado.
Con heridas en sus piernas, ambos jóvenes se encuentran hospitalizados con lesiones de carácter reservado.
Personal policial habría ingresado al hogar Carlos Macera, perteneciente a la red del Servicio Nacional de Menores (Sename) en Talcahuano, luego de que un grupo de niños lanzó piedras a los uniformados, según versiones preliminares.
El Gobierno calificó los hechos de «lamentables» y, a través de un comunicado, señaló que el presidente chileno, Sebastián Piñera, está «concentrado en que se esclarezca la verdad en forma total y oportuna».
Desde la Policía declararon que «ningún Carabinero quiere lesionar a un menor de edad» y que se trata de una «situación grave», para la que dispondrán «todos los antecedentes» en el curso de la investigación.
EFE