Las noticias llegaban a través de la radio, único medio audiovisual, también contábamos con periódicos que tenían teletipo para transmitir noticias, dice con memoria sólida llena de humor ocurrente. Esa memoria fecunda, las facilidad para organizar fechas alineadas cronológicamente y sin tropiezos, para contar sus vivencias sobre el asesinato de Carlos Delgado Chalbaud, el 13 de noviembre de 1950.Era el presidente de la Junta Militar de Venezuela.
Gilberto Urdaneta Bessòn, advierte en esta conversación, su temprana edad por aquellos días de mitad del pasado siglo con grandes eventos políticos de iguales sobresaltos. Desde su Maracaibo natal, que recuerda completa por aquellos días tranquilos y soleados, admite no tener conciencia política, pero si interés por los acontecimientos sucesivos y recurrentes que definían la Venezuela, mas rural que urbana y con suficiente tranquilidad para avivar la imaginación y la intriga de marcado tinte político, grotescos y crueles en muchas ocasiones, hasta llegar a golpes de estado y aquel fatídico magnicidio.
Da la sensación que transmite en la narración de los hechos, fuerza intencional en el acento y habla muy particulares de su estado Zulia, para describir los hechos que caracterizaron la inestabilidad política del país en la primera mitad del siglo pasado.
Recuerdo aquel día del magnicidio, dice, el ex gobernador zuliano. Una vez, conocida la noticia a pocas horas del suceso perpetrado en la urbanización Las Mercedes de la capital, el 13 de noviembre de 1950.Un fuerte toque de queda sacudió a Maracaibo y al estado por tanto, nuestras calles, tranquilas y apenas iluminadas se sobresaltaron junto sus habitantes.
Los historiadores coinciden en serios datos pero sin suficiente aclaración en la vida de aquel caraqueño exiliado desde muy joven en Francia donde estudió ingeniería militar. Había llegado con su familia luego que su padre Román Delgado Chalbaud, hombre de confianza del dictador Juan Vicente Gómez, fuese apresado cuando se develó la conspiración en contra del andino tirano.
Para otros historiadores, fueron las condiciones de su padre que le generaron esa confusión en los principios para actuar. También fracasó, su padre, en la expedición del Falke, anclado en Cumaná y pagado con sus propios recursos para perseguir y atentar contra el régimen gomecista . Tuvo aquella aventura como corolario, su asesinato en plenas calles de la ciudad. El Falke, fracasa y eleva anclas para salir desde el oriente venezolano. En su interior, su hijo el futuro presidente de la Junta Militar.
El regreso de Carlos Delgado Ch, comienza con la marca indeleble de la traición sentencia Urdaneta Bessòn , uno de los fundadores de COPEY en el Zulia, y en política, estos vaivenes, tienen un alto precio. El 24 de noviembre de 1948 el presidente Rómulo Gallegos, es depuesto y entre los responsables estaba Delgado Chalbaud, ministro de su gabinete, quien alentaba la intentona, junto con Pérez Jiménez y Llovera Paèz.
El insigne escritor, sintió por Delgado Chalbaud cierta preferencia, posiblemente por su vasta formación en Europa. Había recibido su juramento de lealtad, el día 23.Poco duró aquella promesa, sostiene el ex parlamentario zuliano, porque el 24, un día después de jurar, se consumó el golpe contra el primer presidente electo con votos directos, secretos y universales.
AD luego de esos sucesos, se aleja de Delgado Chalbaud y con ello, el presidente de la Junta Militar acumulaba resentimientos de varios sectores. Alto y delgado las fotos lo recogen con gafas claras que asomaban ojos pequeños y mirada esquiva.
Gallegos, sale del país. Repetía una ruta común y dolorosa en aquella herida Venezuela de familias golpeadas por la deshonra y sufrimiento.
El 13 de noviembre de 1950 es asesinado, Delgado Chalbaud, en la Urbanización Las Mercedes, después de haber sido secuestrado en su casa basada en el Country Club de Caracas, sostiene el ex gobernador Urdaneta Besson. Al llegar a la urbanización se escapa un tiro que da en un tobillo del Gral. Simón Rafael Urbina y es asesinado el presidente de la Junta Militar. Jura como presidente de la misma, Marcos Pérez Jiménez y traen desde Perú a Suarez Flamerich.
Las actuaciones de Pérez Jiménez fueron de gran perversidad asegura el líder zuliano. Los dirigentes enviados a la famosa Guacina, corrían el riesgo de quedarse para siempre y entre otras razones por las desmedidas torturas, castigos crueles e inclemente condiciones sanitarias, diezmadas por la carencia generalizada. Allí, estuvo largos años, Roman Delgado Chalbaud, el padre del asesinado jefe de la Junta Militar.
Venezuela, bajo Pérez Jiménez, se convierte en una tragedia humana. Persigue a líderes importantes, como ocurrió con Leonardo Ruíz, asesinado por la Seguridad Nacional en el centro de Caracas en 1952.Era el Secretario General de AD en la clandestinidad. Matan a Pinto Salinas, también de AD. Aquel partido desde la clandestinidad cumplió una misión por demás valiente.
Corría el tiempo de la dictadura férrea del tachirense. Se realizan elecciones y compiten Rafael Caldera por Copey y Jovito Villalba. El margariteño gana las elecciones con un llamado a la unidad en la tarjeta amarilla de URD. En segundo lugar, Pérez Jiménez y en tercero, Rafael Caldera. Los resultados conocidos fueron de nuevas persecuciones. Jovito Villalba y otros líderes son sacados del país, luego de ser invitados a Miraflores, donde fueron apresados y expulsados.
En 1953, Pérez Jiménez gana unas elecciones amañadas .Sus primeras acciones las fundamentó en la disolución de los partidos AD, Copei y URD En 1958 ,cae su gobierno inducido por una suficiente demostración de unidad en todas las instancias de la vida nacional.
Eneida Valerio Rodríguez /@eneidavalerio