Designación del nuevo presidente del Perú en manos del Congreso de la República .
Momentos de incertidumbre mantienen en vilo a los peruanos tras la dimisión de Manuel Merino como Presidente de la República, presionado por las fuertes protestas ciudadanas que pedían a grito su salida.
El donante de la renuncia fue la muerte de dos jóvenes, quienes recibieron varios perdigonazos en varias partes de sus cuerpos durante la sexta protesta del sábado 14 de noviembre por la noche desarrollada en la plaza San Martín de Lima.
El entonces presidente Manuel Merino se preparaba para dar un anuncio oficial a toda la nación la mañana del domingo, mientras los manifestantes seguían en las calles limeñas.
«Pedimos la salida de Manuel Merino», clamaban los manifestantes en los puntos de concentración focalizados en toda Lima y provincias.
En horas del mediodía, Merino se dirigía a la nación anunciando su renuncia a la presidencia, que para él es totalmente «irrevocable», cargo asumido tras la destitución de Martín Vizcarra en pleno ejercicio de sus funciones.
«Presento mi renuncia irrevocable del cargo de Presidente de la nación peruana e invoco a la paz y a la unidad de todo el pueblo peruano», dijo Manuel Merino en su último mensaje como primer mandatario nacional.
Manifestó que garantizará la sucesión constitucional que el Congreso disponga y al mismo tiempo fue optimista cuando dejó asentado que “el Perú merece seguir adelante”.
Al terminar el discurso presidencial, centenares de manifestantes, en su mayoría jóvenes, celebraron la dimisión de Merino en las calles y en medio de un homenaje dedicado a los jóvenes fallecidos en la represión.
Otro escenario político se deslumbraba en el seno del Congreso de la República, donde se debatía, en una sesión extraordinaria, la salida fugaz de Manuel Merino.
En horas de la mañana del domingo, el presidente del Congreso peruano, Luis Valdez, se pronunció y puso entre la espada y la pared a Manuel Merino.
Valdez pidió a Merino dimitir lo más pronto posible en vista de los decesos registrados la noche del sábado, aquel día histórico que tiñó de sangre el centro de Lima.
Cinco horas después, el Congreso de la República aceptó la renuncia de Manuel Merino con 120 votos y uno en contra de la diputada Martha Chávez.
Chávez había dicho a RPP Noticias que «esta votación no tiene ningún sentido, no ha habido un Presidente que asuma cargos. Tenemos un Presidente del Congreso a cargo del despacho presidencial, por lo tanto, estos son tiempos de oscuridad».
Ahora le corresponde al Congreso elegir una nueva mesa directiva para designar al sucesor de Merino en medio de un caos político.
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Nota de Prensa / Raúl Arroyo Valera