Este miércoles 18 de noviembre la actriz mexicana Kate del Castillo hizo fuertes revelaciones relacionadas con el escándalo que la vinculó con el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, donde aseguró que duerme con «una pistola» desde entonces.
La artista recontó el “peor episodio» de su vida” en el último capítulo del programa de Facebook Watch “Red Table: The Estefans”, en el que Gloria, Emily y Lili Estefan conversan en la casa de la famosa cantante “desde una posición de vulnerabilidad” sobre episodios complicados de su vida o de la vida de sus invitadas.
La artista ha dado decenas de entrevistas sobre el tema e incluso el documental “Cuando conocí El Chapo” para Netflix, pero hasta ahora no había detallado el daño psicológico que aún sufre desde entonces.
“No lo he superado”, admitió Del Castillo, con la voz entrecortada y luchando por contener las lágrimas. Sus palabras no eran en referencia al miedo que sintió cuando conoció a Guzmán, sino a la persecución que sufrió, según su versión, durante tres años por parte del Gobierno mexicano, que abrió un caso en su contra.
Asimismo, como las autoridades de su país afirmaron que lograron apresar posteriormente al narcotraficante gracias a la conexión con Del Castillo, la actriz llegó a temer por su vida y por la de su familia, ya que incluso le recomendaron que dejara su casa.
«Todo el mundo sabe dónde vives”, le dijeron. Entonces compró una arma de fuego que aún tiene en caso de necesitar protección.
Del Castillo informó que la batalla legal se había comido sus ahorros, además de los ingresos que había recibido por protagonizar dos temporadas de la serie de Netflix “Ingobernable”, el documental sobre El Chapo y la segunda temporada de “La reina del sur”, que fue transmitida el año pasado por la cadena Telemundo.
Algunos de sus amigos también fueron salpicados por el escándalo. La periodista Jessica Maldonado, a quien definió como su “mejor amiga”, fue auditada por la Hacienda en Estados Unidos, mientras que durante más de un año su teléfono estuvo intervenido.
“Cuando hablaba con mis papás, que estaban en México, oía cómo se activaba la grabadora y se desactivaba”, recordó. La artista pasó tres años sin visitar su país por temor a represalias del Cartel de Sinaloa, que era comandado por «El Chapo», o de las autoridades mexicanas.
EFE