Este jueves el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, dijo que su país está en una «gran calamidad», y pidió «auxilio al mundo» para atender a las víctimas de las tormentas tropicales Eta e Iota y reconstruir lo destruido.
«Jamás el país había vivido este golpe tan fuerte de estos tres fenómenos, el de la pandemia (de covid-19, desde marzo) y el de las dos tormentas», en las últimas dos semanas, declaró Hernández a corresponsales de prensa extranjera en Tegucigalpa.
Agregó que «estamos en una situación de gran calamidad y necesitamos pedir el auxilio al mundo para nuestra gente que más lo necesita en este momento y también que nos ayuden a reconstruir el país».
«Veníamos haciendo esfuerzos propios y veníamos avanzando muy bien, pero no es posible seguir construyendo y que destruyen las lluvias, y que no aparezcan los famosos fondos verdes, que es una deuda que tienen con Centroamérica y particularmente con Honduras» los países desarrollados, subrayó Hernández, acompañado por varios de sus ministros, entre ellos el canciller, Lisandro Rosales.
El mandatario y sus funcionarios expusieron los daños causados, primero por la pandemia de covid-19, que ha dejado cerca de 3.000 muertos y más 100.000 damnificados, y los severos daños a la infraestructura productiva del país por Iota y Eta, y las acciones emprendidas para la reconstrucción de la obra social y material.
EFE