Reclusas de Uribana se alzaron por la distribución de agua
Un tobo de agua desató el «parampampán». Privadas de libertad del anexo femenino del Centro Penitenciario David Viloria (Uribana) se alzaron ayer por la distribución de agua en la zona. Supuestamente una custodia herida y algunas reas golpeadas fue el saldo de una fuerte discusión ayer en el penal.
Según familiares, fuera del anexo femenino hay cuatro tanques grandes y uno pequeño azules, que son llenados con cisternas, las cuales llegan un día si y un día no, y aunque a veces no llega la cisterna completa, las femeninas tienen la prioridad en el penal. En las noches las privadas dejan unos 25 tobos frente a estos tanques y en la mañana son llamadas por las custodias para que los llenen y comiencen a cargarlos para dentro del anexo, según cuentas sus familiares.
Ayer en la mañana, después de que la cisterna descargó el agua, una de las privadas de libertad intentó agarrar un tobo de agua sin ser llamada por las funcionarias por lo que no la surtirse del vital líquido, según se pudo conocer por fuentes internas del penal, esto desató la furia de reclusa. Presuntamente la rea golpeó en el ojo a la custodia, dejándole el ojo morado, por lo que la funcionaria llamó al Grupo de Respuesta Inmediata de la GNB, encargados del orden del penal.
Allí comenzó lo peor. La privada de libertad que agredió a la custodia, entró al módulo para evitar ser herida, pero, según los familiares, los funcionarios dispararon perdigones dentro del anexo para todas las que allí estaban. Entre gritos y peticiones de auxilio, se escuchaban además las detonaciones, lo que hizo que los familiares que estaban de visita dentro del área masculina se alertaran.
Los familiares de las femeninas llegaron y declaran que escucharon los gritos de las reclusas. Aseguran que no es la primera vez que pelean por agua, pues las custodias son muy «controladoras» con el llenado de tobos, «son groseras, las apuran, les niegan el agua, que a veces es para cocinar y lavar el uniforme, las custodias tienen un régimen de golpes contra presas», contaron los familiares.
La Prensa de Lara