Primero, permítannos realizar un comentario. Cuando se tienen que unir los principales medios de comunicación estadounidenses para enfrentarlo, cuando las principales redes sociales también lo hacen como Twitter, Facebook e Instagram, cuando toda la izquierda mundial se dedica atacarlo ferozmente, cuando China y Rusia se unen para apostar a su fracaso, nos preguntamos ¿Quién perdió? ¿Trump o Estados Unidos?
Más allá de su excentricismo, Trump es el presidente estadounidense que más réditos económicos le ha brindado a su país; crecimiento del producto interno bruto, menos tasa de desempleo, mayor aumento de salario mínimo, mayores índices bursátiles, inflación de 0,3%, entre otros indicadores de prosperidad. Lo que pasa es que para nosotros los latinos fuera de ese país poco lo podemos apreciar. Sin embargo, todavía no se cierra el capítulo, su equipo prepara impugnaciones que de ser ciertas podrían cambiar la decisión electoral, aún hay que esperar.
Venezuela en torno a Trump ha manejado información extremadamente sesgada, la tiranía mediática del chavismo impide información equilibrada al respecto, las redes sociales están cargadas de mucha emotividad e informaciones falsas.
Con relación a las sanciones siempre inferimos (y lo veremos) haya estado Trump o cualquier otro mandatario estadounidense, habrían tenido mismo cauce, porque ellas no son las causas de los problemas de Venezuela, son consecuencias. Las causas de todas las sanciones (y sus efectos) son la ruptura del hilo constitucional y democrático perpetrado por el chavismo al realizar procesos electorales fraudulentos luego del 2015, las de este 6D son el mejor ejemplo en las que participan solo candidatos chavistas y colaboradores confesos. Existen otras causas que originan las sanciones como las violaciones de derechos humanos certificadas por la ONU y presuntos vínculos con carteles de drogas y terrorismo… esas son las causas de las sanciones.
El fulano bloqueo que esgrime el régimen sencillamente no existe, vea cómo la abundancia de todo tipo de productos básicos y suntuosos emergen en todos los rincones del país, hay libre importación, en un bloqueo real nada entra ni sale del país. El impedimento a Maduro de manejar cuentas y de disponer de activos de la nación son parte de las sanciones, al perder reconocimiento legal y legítimo la comunidad internacional democrática considera no tiene ningún atributo para representar los intereses de Venezuela.
De este modo, la Venezuela post Trump no será muy distinta a la de hoy porque continuamos padeciendo de los mismos conductores de hace 20 años, que a pesar de contar con el boom petrolero más alto y sostenido de la historia, riquezas y ventajas competitivas envidiables, nos sumergieron en un atraso que, al quebrar Pdvsa por corrupción y desidia, salieron a flote sus estragos.
El 6D es ejemplo que las sanciones continuarán, pues aún se perpetran las mismas causas que las originan. Tenemos el mismo proyecto castrista, mismos protagonistas, mismos controles, racionamientos, condicionantes a nuestras libertades y derechos, seguimos padeciendo de la misma violencia institucionalizada atroz. Ello hace darnos cuenta que Trump puede continuar o irse, que puede llegar Biden o cualquier otro presidente estadounidense, pueden irse y llegar todos los presidentes del planeta, pero mientras en Venezuela continúen gobernando los mismos que en más de 20 años lo han hecho, nada cambiará.
Leandro Rodríguez / @leandrotango