La administración de Donald Trump no corre riesgos con llamado testaferro de Nicolás Maduro. Washington ha destinado importantes recursos militares a impedir un «rescate» a Alex Saab de su prisión en Cabo Verde.
En ese sentido, el despliegue del crucero USS San Jacinto tuvo un importante efecto de disuasión. Su presencia en el archipiélago caboverdiano desanimó cualquier intento de efectuar una operación comando para lograr la extracción del empresario colombiano.
La asignación esa tarea al buque permanece como un objetivo no declarado. Oficialmente el San Jacinto estaría en la costa de África occidental para combatir actividades ilegales en el mar.
El caso de Saab reviste gran importancia para la Justicia estadounidense. No se trata de solo de asestar un golpe a la dictadura de Nicolás Maduro. Saab es la clave para desmantelar una red internacional de actividades comerciales ilegales.
«Saab es de vital importancia para Maduro porque ha sido el testaferro de la familia durante años», dijo Moisés Rendón, especialista en Venezuela en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
«Saab tiene acceso a información privilegiada sobre los esquemas de corrupción de Maduro dentro y fuera de Venezuela», agregó.
Oposición en el Pentágono
La asignación del USS San Jacinto para disuadir las operaciones de rescate a Alex Saab tuvo resistencia.
El ex secretario de Defensa, Mark T. Esper, no lo creía necesario. Solo autorizó a un buque de la Guardia Costera de EEUU para que se mantuviera cerca de Cabo Verde.
Pero apenas Esper fue destituido por Trump, se aprobó la secreta misión del crucero militar, un pedido urgente de los departamentos de Estado y Justicia. Las autoridades estadounidenses querían evitar que efectivos de Venezuela e Irán sacaran a Saab de su prisión.
Peligro de fuga
Desde la detención de Saab en junio ha existido un peligro de fuga. Funcionarios estadounidenses consideran probable que operativos iraníes o venezolanos podrían ayudar al Sr. Saab a escapar del archipiélago. Desde Cabo Verde podría ir al oeste de Senegal en el Atlántico Norte.
La detención de Saab durante meses ha despojado a Maduro de un aliado importante y un gran reparador financiero en un momento en que menos países están dispuestos o pueden acudir en ayuda de Venezuela.
Si Saab coopera con los funcionarios estadounidenses, podría ayudar a desenredar la red de apoyo económico de Maduro y ayudar a las autoridades a presentar cargos contra otros aliados del gobierno venezolano.
Washington ha acusado a Saab de «beneficiarse del hambre» a través de su participación en un plan en el que se sospecha que él y otros se han llevado grandes sumas de fondos gubernamentales destinados a alimentar a la población hambrienta de Venezuela.
Los funcionarios estadounidenses han dicho que esto era parte de un esquema más amplio en el que los aliados de Maduro compraron menos alimentos o de menor calidad que los solicitados en los contratos y redistribuyeron dinero extra a los leales.
En Cabo Verde, dijeron funcionarios estadounidenses, el proceso de extradición continúa y se espera que las apelaciones de Saab duren al menos hasta principios de 2021.
Con información de The New York Times.