El Gobierno de EEUU aumentó este viernes la presión sobre China con el anuncio de sanciones de viaje contra el Frente Unido de Trabajo del Partido Comunista al que acusa de extender propaganda y amedrentar e intimidar a los opositores a la política de Pekín.
«El Frente Unido intimida frecuentemente a miembros de la academia, empresarios, grupos de la sociedad civil, y comunidades de la diáspora china (…) incluidos quienes denuncian los abusos de derechos humanos que tienen lugar en Xinjiang, Tibet y otras partes de China», dijo el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, en un comunicado.
Como consecuencia, subrayó, se imponen restricciones a miembros del Partido Comunista de la República Popular China que hayan participado en las actividades coercitivas del Frente Unido, como la revelación de detalles personales en internet de los opositores y sus familiares.
Pompeo aseveró que estas medidas continuarán «para dejar claro a aquellos responsables de acciones que contravienen las normas del orden internacional que no son bienvenidos a EEUU» y reiteró su llamamiento a Pekín «para poner fin al uso de tácticas de intimidación para suprimir la libertad de expresión».
Las relaciones entre Estados Unidos y China se han deteriorado enormemente durante los cuatro años de mandato del presidente Donald Trump, quien dejará el cargo en enero y será sustituido por el presidente electo, Joe Biden.
Ambos países viven uno de los momentos más bajos desde que establecieron relaciones en 1979 que, además de la imposición mutua de aranceles comerciales, ha llevado al cierre, en el verano, del Consulado de EEUU en la ciudad de Chengdu, en respuesta a la clausura previa del chino en Houston (Texas).
EFE