Tras la aprobación de Inglaterra para el uso masivo de la primera vacuna contra el COVID-19 entre la población, la Organización Mundial para la Salud (OMS) informó que evalúa incluir el medicamento en su lista de emergencia.
De acuerdo a los voceros de la entidad, se encuentran con conversaciones con la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido (MHRA, por sus siglas en inglés) para acceder a información de la investigación de los laboratorios Pfizer y BioNTech, fabricantes de la medicina.
La virtual inclusión en la lista sería un paso adelante para que otros países también aprueben el uso del medicamento, el cual ha demostrado una efectividad del 95% entre jóvenes y ancianos.
“La vacuna empezará a estar disponible en todo el Reino Unido a partir de la próxima semana. Es la protección de la misma la que al final nos permitirá recuperar nuestras vidas y poner en marcha la economía otra vez”, publicó en Twitter el primer ministro inglés, Boris Johnson.
En la primera fase, se pondrán a disposición 800.000 dosis para adultos mayores y personal sanitario.
La meta es llegar a 20 millones de personas y para ello el gobierno británico tiene un contrato con Pfizer para la venta de 40 millones de dosis, tomando en cuenta que cada ciudadano requiere dos aplicaciones en tres semanas para que sea efectiva.
En tanto Pfizer sigue en negociaciones con otros países y brinda facilidades para aplicar su producto. En México, la transnacional también aseguró la logística de ultrafrío (-70 grados) para preservar las dosis hasta la aplicación.
Sobre el tema, el director de emergencias sanitarias de la OMS, Mike Ryan, sostuvo que la inoculación masiva disminuirá las muertes, pero no los contagios.
“Hasta ahora el mejor tratamiento es prevenir. Cuando tengamos la vacuna no podemos actuar como si el virus ya no existiera, porque existe”, sostuvo.
Alimentación saludable
En esa línea, los especialistas advierten que la mejor defensa es continuar con el uso de mascarilla y el distanciamiento social. Otro factor clave es mejorar la alimentación para reforzar el sistema inmunológico.
Tras 10 meses de pandemia en el mundo, la ciencia descubrió que la deficiencia de algunos nutrientes en el organismo agrava la enfermedad.
Un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston de los Estados Unidos, determinó que la mayor presencia de vitamina D minimiza el riesgo de sufrir infecciones respiratorias graves, por lo tanto, mejora el pronóstico en caso de contraer coronavirus.
Un artículo del Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism de la Endocrine Society, reforzó esta teoría y reveló que el 80% de pacientes graves internados en un hospital español tenía deficiencia de la llamada vitamina del sol que también está presente en el salmón, caballa y arenque.
Asimismo, las lentejas, garbanzos, plátanos, espinacas, brócoli y espárragos son ricos en vitamina B, responsable de la inmunidad celular.
Otro nutriente vital para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario es la vitamina E, la cual está presente en el aceite de oliva y almendras.
DC