Un artefacto explosivo fue arrojado contra una funeraria ubicada en el sector Palo Negro de Maturín la tarde de este viernes que afortunadamente no dejó heridos ni víctimas que lamentar, sólo daños materiales.
Tal como ha ocurrido en el estado Zulia, grupos hamponiles lanzan granadas hacia comercios para extorsionar a sus propietarios, esta vez el mismo modus operandi se aplicó contra este local del ramo funerario.
De manera extraoficial se pudo conocer que el dueño del establecimiento estaba siendo extorsionado por medio de llamadas telefónicas para que pagara 100 mil dólares, que al no cancelarlos, su negocio fue atacado dejando sólo daños a la infraestructura.
Al momento de arrojar el explosivo, éste no estalló por lo que los sujetos llamaron a la Digcim y al llegar los funcionarios, accionan el artefacto lo que provocó que todos los vidrios del establecimiento se rompieran. En ese instante no había nadie dentro del mismo.
Este es el primer caso de este tipo en el que bandas delictivas llaman a comerciantes para extorsionarlos con importantes sumas de dinero, que al negarse a pagar, atentan contra su propiedad.
En Maracaibo ya se registran cinco casos similares sólo en lo que va de diciembre.
El Periódico de Monagas