Hay dos lecciones principales, la primera, es que una vez más (desde 2017) los venezolanos dicen ¡No! a otro proceso electoral al margen de la ley y la democracia, donde el régimen impone partidos, candidatos, votantes y resultados. Una vez más se comprueba que mientras la democracia no retorne al país, mientras las instituciones públicas permanezcan psuvizadas, los ciudadanos darán la espalda a todo lo que implique lo electoral, sencillamente porque el chavismo aniquiló el voto; no premia, castiga ni genera cambios.
La segunda lección es que, tal como estaba previsto, la “falsa oposición” murió al nacer. Los cubanos son extraordinarios asesorando dictaduras, pero son los peores en simulación de democracia. Los “elegidos” del régimen recibieron mismo rechazo que el chavismo, incapaces de generar, aunque sea, una mínima participación. Esa falsa oposición electorera ha llegado a su fin, sin embargo, probablemente y sin empacho alguno, se presten para las demás farsas electoreras que se han anunciado… siempre obtendrán mismos resultados de rechazo y abstención.
Es en extremo lamentable apreciar los discursos de los representantes de la falsa oposición, y de analistas políticos que orbitan en torno a ella, responsabilizar a la oposición, legítimamente reconocida dentro y fuera del país, por la abstención… al respecto:
En 2017 (luego de la “constituyente”) la oposición venezolana, la legítima, convocó a votar en las regionales y los venezolanos tampoco acudieron ¿Por qué? porque luego el régimen anulara totalmente la AN 2015 e impusiera a sangre, sudor y lágrimas la ANC, el venezolano dejó de creer en el voto mientras las instituciones del Estado permanezcan psuvizadas. La abstención es un fenómeno/rechazo espontáneo, el más legítimo de todos, contra las instituciones inoperantes, corruptas, secuestradas.
Estos seudo líderes y analistas prefieren endilgar culpas a los ciudadanos, pero son incapaces de ver más allá de sus bolsillos, el origen real de la abstención es la perpetración de procesos electorales al margen absoluto de la ley, la democracia y las instituciones psuvizadas que solo velan por los líderes del régimen y sus allegados. Lo mismo ocurre con las sanciones, tratan de culpar a la oposición legítima por éstas y tampoco es así, las sanciones son el castigo internacional contra el régimen por haber roto el hilo constitucional y democrático, ese es el verdadero origen de ellas.
Así, la única manera de hacer el venezolano retorne a las urnas electorales es hacer vuelva la constitucionalidad y la democracia, hasta tanto no ocurra el régimen continuará fraguando procesos electorales como los que nos asfixian desde 2017, en malsana complicidad de una falsa oposición domesticada. De este modo, solo veremos cómo Venezuela ve empeorar su trágica condición de elección en elección, seguirá convirtiéndose en una fábrica de emigrantes.
El 6D fue simplemente una fecha donde Venezuela exhibió al mundo su descomposición institucional, el cadáver de su democracia, las rapiñas alimentándose de lo que una vez fuera una nación envidiada por el mundo.
Leandro Rodríguez / @leandrotango