El voto es el instrumento mediante el cual se expresan los ciudadanos en cualquier país del mundo, donde exista democracia. Por eso en esos países libres los votantes ponen y quitan gobiernos. En esos lugares en donde “un ciudadano, un voto”, es un principio inexpugnable que abre camino a la soberanía que no debe ser, en ningún caso, mancillada, como desgraciadamente ocurre en Venezuela. Es más que evidente que en nuestro país las elementales garantías de trasparencia electoral «brillan por su ausencia». Escribo estas líneas apoyándome en mi experiencia personal, no hablo de cosas que no haya escarmentado en cabeza propia, porque he sido parte de un padrón electoral y en una de esas tareas terminé preso, varias veces, por negarme a dejar la mesa sola como lo exigen con toda la brutalidad los efectivos vestidos de rojo, rojito, o los integrantes de los colectivos y grupos paramilitares que secundan al régimen en sus andanzas fraudulentas.
Puedo invocar el testimonio de ciudadanos que han trabajado o, más bien dicho, se han fajado como testigos de mesa en los centros de votación de las poblaciones de Mangas Coberas, Camburito, La Llanada, El Caro de la Negra, San Rafael de Laya, Cunaguaro, Médano de Gómez o Paso del Caballo, y seguro nos podrán relatar, “con pelos y señales”, los desplantes autoritarios de Capitanes y Tenientes alzados, guapos y apoyados, como de forma descarada aplican la formula perversa del “voto asistido” en cuya materialización se ponen en acción los Jefes Civiles y los Directores de Escuela controlados por el régimen. ¡Esa es la verdad! Los venezolanos que hemos cumplido tareas en zonas rurales, como en las de mi estado Guárico, en donde llevo toda mi vida defendiendo los principios democráticos, el voto asistido es una constante en todos los procesos electorales y no hay reclamo que valga, y así, con semejante arbitrariedad, no es fácil ganar elecciones con estos malandros en el poder.
En el 2015 se ganó porque muchos Chavistas se rajaron en las mesas por el aluvión de electores, pero eso no volverá a pasar porque el régimen ya tiene todo planificado, después de esa gran derrota que les infringimos, pasaron la página de las elecciones competitivas y comenzaron una nueva era de fraudes como los que se consumaron en las regionales del 2017, el fraude presidencial del 20 de mayo de 2018 y el mega fraude de las parlamentarias del 6D, en el cual, aun perdiendo el PSUV, tenían asegurado que ganaban más diputados por el nuevo número de 267 parlamentarios, todo relacionado con la ubicación de los circuitos y las modificaciones que hicieron, ilegalmente, a los sistemas electorales.
La unidad es determinante para generar el cambio en Venezuela, comenzando por exigir la salida de la tiranía, y cierro diciendo, no sólo es el tema de los testigos en los centros electorales, hay muchos más, otro tema álgido es por ejemplo los que la tiranía llama Base de Misiones, en esos centros el fraude es dantesco porque el régimen saca el 100% de los votos y de paso muchos votos que son suficientes para voltear los resultados de una alcaldía. Yo lo he visto, lo he vivido y lo he sufrido en carne propia. Como dice el Ciudadano «No es fácil”.
Dr. Carlos Ismayel