El líder opositor ruso Alexéi Navalni, que anunció que regresará a Rusia el próximo domingo, se encuentra en busca y captura, por lo que puede ser detenido nada más pisar suelo ruso, informó hoy el periódico Rosíiskaya Gazeta, órgano oficial del Gobierno de la Federación Rusa.
Navalni, precisa la publicación, fue declarado en busca y captura el 29 de diciembre del año pasado por el Servicio Penitenciario Federal (SPF) de Rusia por eludir de manera reiterada su obligación de presentarse ante la autoridad debido a su condición de condenado con pena de prisión suspendida.
«La orden federal de busca y captura implica que la persona debe ser detenida inmediatamente una vez que se establezca su paradero», señaló Rossíiskaya Gazeta.
El opositor, que ha acusado al presidente ruso, Vladímir Putin, de haber ordenado su envenenamiento en agosto pasado, fue condenado en 2014 por un caso de fraude y estafa a 3,5 años de cárcel, con suspensión de pena, con un periodo de prueba que expiraba el pasado 30 de diciembre.
Precisamente, debido a estos antecedentes penales Navalni fue inhabilitado y no pudo enfrentarse a Putin en las elecciones presidenciales de marzo de 2018, en las que este último fue reelegido.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos le dio la razón al líder opositor al dictaminar en 2017 que las sentencias contra él y su hermano, Oleg, que sí fue a prisión, fueron «arbitrarias».
El 20 de agosto pasado Navalni se sintió mal a bordo de un avión que regresaba a Moscú desde Tomsk (Siberia), lo que obligó a realizar un aterrizaje de emergencia en Omsk, donde fue ingresado en coma antes de ser trasladado dos días después a una clínica en Berlín, donde fue tratado.
Los médicos alemanes establecieron que el político opositor, de 44 años, fue envenenado con una sustancia tóxica del grupo Novichok, un arma química desarrollada en la Unión Soviética.
Desde poco después de recibir el alta en Alemania el 23 de septiembre, Navalni se instaló hasta principios de diciembre en un apartamento en Ibach, una pequeña localidad del suroeste de Alemania, cerca de la frontera con Suiza y Francia, donde ha guardado un perfil bajo.
«He entendido que ha llegado el momento que tanto esperaba: estoy casi sano y puedo por fin volver a casa», escribió el miércoles Navalni en varias redes sociales al anunciar su regreso a Rusia.
EFE