Las huellas del CAP. Por Carlos Ismayel (@CYsmayel)

Cada día que transcurre, la imagen de Carlos Andrés Pérez se crece en la memoria de los venezolanos. Ese gran presidente, que fue el primero en ser reelegido para desempeñar esa magistratura, gana un sitial en la historia nacional y un lugar muy especial en el regazo de la memoria de la ciudadanía venezolana, muy especialmente, en la comunidad guariqueña. En nuestro estado llanero nos dejó la buena estela de la educación y la frescura del agua. Esas dos obras son una impronta que no podrán borrar del imaginario de estos pueblos agradecidos, que no dejan de reconocer esos emprendimientos exitosos, que tanto bienestar han prodigado a la juventud que se ha abierto caminos en esa senda de la enseñanza para desarrollar sus talentos y de las familias que pudieron calmar la sed una vez que el chorrillo de agua llegaba a sus hogares con una frecuencia ininterrumpida.

 

Las poblaciones del oriente guariqueño vieron como un regalo de Dios la edificación de embalses que sirvieron para mitigar las cruentas sequías que los castigaban año tras año. Una de esas obras la representó la Represa de la Becerra que ofrece usos múltiples para los vecinos de Zaraza, que no solo ven como se pudo canalizar el torrente de agua del afluente del rio Ipire, que desemboca en el rio Unare, sino que también encuentran en esas aguas represadas un espacio para el turismo local y posibilidad cierta de esparcimiento para todos.

 

Mientras tanto los tucupidenses fueron testigos de como se construía el Balneario El Pueblito, esa reserva de agua colocada en medio de los municipios Ribas, Zaraza y El Socorro. Ese portento de agua no solo calma la sed, además de ser espacio para la recreación es igualmente un apoyo para los productores agropecuarios que pueden regar sus tierras para hacer eficaces sus siembras.

 

San Juan de los Morros no deja de evocar la obra que tantas alegrías despertó en los habitantes de la capital del Guárico: “El Embalse de Tierra Blanca, una obra hidráulica de agua sobre la quebrada Corozal en una extensión del llano venezolano, ubicado a unos 10 kilómetros de la ciudad de San Juan de los Morros, Venezuela. El embalse es la principal fuente de abastecimiento de agua potable de San Juan de los Morros y es además un punto de esparcimiento al aire libre de la localidad por sus pozos artificiales y paseos en bote por la represa”. 

Finalmente, la obra más descollante de Carlos Andrés Pérez para nuestro estado, fue, sin lugar a dudas, la creación de nuestra Universidad Experimental Rómulo Gallegos, debo recordar que un papel preponderante en la firma del decreto de su creación jugó ese gran guariqueño, para la época un entusiasta y comprometido joven Diputado Antonio Ledezma.  Desde su inauguración ha sido nuestro Alma Mater, la casa de las luces por donde han desfilado miles de jóvenes para terminar de coronar carreras de Medicina, Odontología, Veterinaria, Enfermería superior, Administración Comercial, Ingeniería Informática. Lo lamentable es que las obras hidráulicas, los embalses, las lagunas y los acueductos que dejó Carlos Andrés Pérez están deteriorados porque no se les hacen los mantenimientos correspondientes. Mientras que nuestra universidad vive hoy momentos de serias dificultades como consecuencia del abandono al que cruelmente está sometida. 

 

Esas penurias debemos superarlas, una vez pasemos la página de estos lustros oscurecidos por este régimen oprobioso que sabe arrasar pero no edificar. 

 

Dr. Carlos Ismayel 

@CYsmayel

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