Ser hombre y haber cumplido 50 años son dos motivos importantes para tener que acudir a una revisión de la próstata y evitar así el cáncer más frecuente que padece la población masculina. Eso si no se tienen antecedentes familiares, entonces es recomendable la revisión anual a partir de los 40 o 45 años.
La próstata es una glándula que está debajo de la vejiga del hombre, su tamaño, en un varón joven, es el de una nuez y su función es producir el liquido seminal que transporta el esperma. Poco a poco, con la edad, esta glándula aumenta de tamaño y si no se revisa cada cierto tiempo, puede provocar problemas.
Entre los problemas más habituales esta la prostatitis, una inflamación de la glándula causada por bacterias. Otro problema muy común entre los hombres adultos, es el agrandamiento de la próstata, (Hiperplasia Prostática Benigna (HPB)) provocada por el goteo después de la micción o por la necesidad de orinar con frecuencia, sobre todo por la noche. Y, por último, el cáncer de próstata cuya causa puede ser un cambio en el ADN de una célula normal de la próstata. Si se detecta este problema a tiempo, el tratamiento suele ser satisfactorio.
Normalmente, el cáncer de próstata crece muy lentamente, solo daña a la glándula prostática, y suele necesitar un tratamiento mínimo. Sin embargo, hay otros tipos de cáncer en este órgano que son más agresivos y se pueden extender muy rápidamente. Por eso es tan importante acudir al especialista en caso de tener molestias en la zona pélvica, problemas para orinar y poca fuerza en el flujo de la orina, disfunción eréctil o la presencia de sangre en el semen.
Dosis más altas, menos sesiones
En el Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Quirónsalud Barcelona se está llevando a cabo un tratamiento contra el cáncer de próstata. El tratamiento dirigido por el doctor José Torices y el radio-físico Juan Francisco Calvo, introduce la radioterapia ablativa adaptativa en tiempo real. Los tratamientos ablativos destruyen los tumores administrando una dosis más alta de lo habitual en volúmenes no demasiado grandes.
Este tratamiento reduce considerablemente el número de sesiones de radioterapia y protege los órganos que están cerca del tumor y por lo tanto los efectos secundarios que puede provocar la radioterapia. El doctor Joan Casals, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Quirónsalud Barcelona asegura que «esta nueva forma de aplicar radioterapia permite personalizar el tratamiento a cada paciente, según su anatomía. Así se minimizan los efectos tóxicos en otros órganos en los que podría variar su contenido y por tanto su volumen como puede ser la vejiga o el recto».
Previo a la administración de la dosis de esta terapia se debe comprobar la posición exacta de todos los órganos para aplicarla con precisión y reducir al máximo los efectos secundarios y la toxicidad. Con esta evaluación del paciente el procedimiento se alarga hasta cerca de 25 minutos, en vez de los 10 habituales, «ya que un médico debe validar la nueva dosis de los volúmenes a tratar, pero los beneficios que se consiguen para el paciente son tan altos que hacen que esta pequeña inversión de tiempo merezca la pena», asegura el doctor José Manuel Torices del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Quirónsalud de Barcelona.
La única limitación
Este tipo de radioterapia se aplica en tumores localizados y no muy grandes
El único «pero» de la radioterapia ablativa adaptable es que no se puede aplicar en pacientes con enfermedad ganglionar o si la próstata es demasiado grande por lo tanto «solo se puede utilizar en pacientes con un tumor localizado y que el tamaño no sea muy grande, pues no es posible aplicar dosis tan altas en volúmenes grandes» precisa el doctor Torices.
Con este tratamiento de radioterapia ablativa se reducen considerablemente el numero se sesiones. Si normalmente se necesitan entre 20 y 28 sesiones, con este tratamiento se pueden reducir a 5 o 7. Así pues, también se reduce la asistencia del paciente al hospital y, en el momento que estamos viviendo de pandemia de Covid-19, es fundamental minimizar el riesgo de contagio.
Pese a todo, explica el Dr. Torices, en este centro barcelonés existen protocolos y circuitos perfectamente diferenciados para atender todo tipo de patologías y, de hecho, al igual que el resto de hospitales de Quirónsalud cuenta con el certificado ‘Hospital seguro Covid-19’ tras haber acreditado que cumple con los estándares más exigentes para minimizar el riesgo de contagio en sus instalaciones.
La Vanguardia